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Alberto Román Vílchez
Miércoles, 11 de mayo 2016, 14:26
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Numerosas personas se dieron cita junto al edificio, actual Conservatorio de Música, para presenciar el regreso de la imagen del Patrón de la ciudad a su lugar de origen. Entre ellas estuvo el alcalde, José Robles, acompañado por algunos miembros de la corporación y técnicos municipales, siguiendo de cerca la actuación. Y no faltó una representación del grupo parroquial de San Miguel Arcángel, encabezada por su hermano mayor de fiestas, Eduardo Jiménez, quien tantas veces había deseado que llegara ese momento, algo que también solicitaron repetidas veces otros colectivos de la localidad.
La escultura pudo colocarse en su hornacina toda vez que están a punto de concluir las obras que se están llevando a cabo en el Conservatorio, centradas sobre todo en las cubiertas y la fachada. De esta forma, tras retirarse parte de los andamios que han cubierto el edificio en los últimos meses, pudo colocarse una plataforma elevadora con la que se subió la pesada imagen hasta la altura deseada. Y una vez allí, se desplazó hasta el interior de la hornacina, fijándose por la base.
Desplome en 2002
La escultura de San Miguel Arcángel se desplomó desde su hornacina en el año 2002, durante un día de fuerte viento y lluvia. Cayó al suelo y quedó destrozada, conservándose tan sólo un 50 por ciento de la pieza original. Tras un tiempo de abandono en dependencias municipales, se encargó su restauración al maestro cantero formado en la Escuela Taller ubetense, José Muñoz Moreno, quien siguió seis fases desde el inicio del trabajo: análisis histórico y estudio de fragmentos, consolidación de los fragmentos originales conservados, limpieza, reintegración de la figura y tratamiento de protección.
El resultado de la reparación se presentó en sociedad el 29 de septiembre de 2006, coincidiendo con la festividad del Patrón de Úbeda, y la obra estuvo expuesta durante unos días en el Hospital de Santiago para que la contemplaran todos los ubetenses. Posteriormente se llevó al Archivo Histórico Municipal, donde ha permanecido durante cinco años hasta regresar a su lugar de origen.
Cabe destacar que, dentro de las intervenciones en las antiguas Casas Consistoriales, se han recuperado las letras del friso que discurre por la fachada. Han sido remarcadas y repintadas, con lo cual se puede volver a ver el texto con claridad.
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