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Alberto Román Vílchez
Miércoles, 11 de mayo 2016, 13:30
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Concretamente, los ejemplares se han sustituido por naranjos. Y gracias a que el fruto lo recogerá una empresa que obtiene beneficios por él, el mantenimiento que se haga en lo referente a curas y podas no costará al Ayuntamiento ni un euro, según destacó el edil. Respecto a los árboles retirados, de mucho más porte a largo plazo, se han transplantado al Parque Norte al considerar que es un espacio más amplio y adecuado para ellos.
Opiniones dispares
Ante esta medida, las opiniones ciudadanas a pie de calle son encontradas, pues hay quienes no entienden que se quiten unos ejemplares que fueron plantados hace aproximadamente un año (sobre todo en el caso de la calle Obispo Cobos), y quienes ven adecuada la decisión porque con el paso del tiempo alcanzarían unas dimensiones poco acordes al lugar y que podrían molestar a las viviendas colindantes.
Los árboles retirados de Obispo Cobos y llevados al Parque Norte son los llamados acer freemanii 'autumn blaze', una variante del arce común de hoja caduca, copa ovoidal, tronco principal recto y ramaje expandido que puede alcanzar los 15 metros de altitud. Su uso habitual es la jardinería ornamental y se usan en cientos de ciudades. En la citada calle comercial ubetense se colocaron hace aproximadamente un año, y costaron alrededor de 8.000 euros.
Quienes critican su sustitución por naranjos aseguran que en el Ayuntamiento no constan quejas formales de los vecinos y que no existen informes técnicos que fundamenten la medida. En todo caso, creen que sólo ha habido comentarios sobre que las ramas taparían dentro de unos años las vistas de ciertos balcones (algo que se podría solucionar con una poda habitual) y que la caída de las hojas ocasionaría bastante suciedad (algo que se podría solucionar incrementando la limpieza en ese periodo concreto).
Además, estos ciudadanos molestos esperan que no pase con estos árboles retirados lo que ocurrió con los que había en la misma calle antes de las obras de remodelación, los cuales se trasplantaron al vivero municipal y sobrevivieron, pero posteriormente se pusieron en el entorno de las Eras del Alcázar donde acabaron secándose el pasado verano por falta de riego.
Inversiones perdidas
Al hilo de esto, quienes defienden una política más coherente en relación a especies vegetales y zonas verdes dentro del casco urbano, critican que desde mucho tiempo atrás se esté invirtiendo en parques y jardines para luego abandonarlos, sin que existan labores de mantenimiento.
Como ejemplo ponen el parque de La Loma (situado junto a la fábrica Liderfil) donde el año pasado se invirtieron 90.000 euros que, hoy por hoy, se han quedado en nada, o el citado caso de las Eras del Alcázar, algo que se puede extrapolar a muchos más espacios públicos y de esparcimiento.
Otro árbol talado
Cabe añadir que algunos vecinos del Pasaje Nueva Victoria también se han puesto en contacto en los últimos días con IDEAL para denunciar la tala de un árbol existente en este lugar desde hace décadas. Al parecer, intentaron impedirlo, pero fue imposible. Igualmente consideran que, si existían problemas, hubiera sido suficiente con una poda.
Al respecto, esta redacción ha confirmado que el árbol en cuestión, aunque se encontraba sano, fue talado porque presentaba riesgo de vuelco. Existen informes que así lo aseguran y en los que se alerta del peligro para los pisos situados en uno de los laterales dada la inclinación del tronco. Así, la comunidad de vecinos del Pasaje Nueva Victoria, como responsable del mismo, optó por talar el ejemplar.
Alusión de Muñoz Molina
La polémica en torno a los árboles ha traspasado las fronteras de la localidad. Y es que, el escritor y académico ubetense Antonio Muñoz Molina ha aludido a este asunto en su blog en internet 'Escrito en un instante'. «En mi ciudad natal, tan dañada por ineptos y por especuladores, el arboricidio es una tradición», manifiesta, a la vez que recuerda cómo la tala de árboles ha sido algo permanente. Y de camino hace un repaso de otros asuntos relacionados con la ciudad, como la situación del tráfico o la desolación que muestran algunas plazas, esplendorosas en otros tiempos. En definitiva, un urbanismo que hace un flaco favor a Úbeda.
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