El bádminton renace en Úbeda gracias a un club comprometido con este deporte

Raúl Quesada y Antonio Barbero abanderaron un grupo de deportistas ubetenses comprometidos con la recuperación de este histórico deporte con raqueta. Para todos ellos el año 2010 fue decisivo, ya que crearon las bases para constituirse como club. Se juntaron 20 chicos y chicas que se adentraron de lleno en escribir una nueva historia del bádminton local. Su primera dificultad fue encontrar un lugar donde poder jugar, siendo su casa inicial el colegio Salesiano, para después pasar por Safa hasta recabar en las instalaciones del Polideportivo Antonio Gutiérrez El Viejo. Este último sigue siendo su lugar de juego aunque, bajo su criterio, Úbeda no presenta unas verdaderas instalaciones deportivas que se adapten a la práctica del bádminton. Pero como se suele decir, mientras tanto, el pabellón puede valer.

Socios

Cada socio paga al mes 15 euros de cuota, lo que permite crear un fondo para cubrir los gastos de material y alquiler de pistas, las cuales en estos últimos tiempos no están siendo muy asequibles en cuanto al precio se refiere, ya que 2 horas al día cuestan 20 euros. Sus finanzas no son muy abultadas, por un lado por ser pocos socios aún, y por otro por el encarecimiento de los alquileres de las instalaciones, con lo cual la cuestión económica está difícil y les paraliza a la hora de poder realizar otras actividades de promoción del deporte que les apasiona. De todas formas, se van haciendo notar poco a poco, y todos los miércoles y jueves de la semana se juntan en el pabellón de nueve a once de la noche para jugar al bádminton.

El tiempo de juego no solo es echar el rato y ya está. El club nació con la idea clara de fomentar esta disciplina, formar a los socios y prepararse para participar en campeonatos o torneos provinciales, regionales e incluso nacionales. De momento, tan solo Raúl Quesada y Antonio Barbero están representando al club en competiciones oficiales, pero es tal el nivel de juego que están adquiriendo el resto de compañeros, que en el futuro serán más los que demuestren el buen bádminton existente en la ciudad del Renacimiento.

Han pensado confeccionar una equipación oficial para uniformarse y mostrar así las señas de identidad de su club y de la ciudad a la que representan, pero de momento, mientras encuentran un patrocinador o financiación para costear dicha indumentaria, trabajan en el diseño de su logotipo o escudo y en la elección de qué prendas son las más adecuadas para una práctica cómoda. Actualmente juegan con su propia ropa deportiva.

Deporte asequible

El material de juego suele ser asequible, pues una buena raqueta oscila entre los 40 y 50 euros, habiéndolas desde 10 euros. Las plumas o volantes no superan en la mayoría de los casos los 4 euros. Por lo demás, ropa deportiva al gusto del jugador o jugadora y unas zapatillas flexibles que permitan movilidad dentro de la pista. Según cuenta Antonio Barbero, este deporte suele ser fácil de aprender. Quizás la dificultad estriba principalmente en su variada técnica de juego, pues para hacerse con ella se necesita constancia en el aprendizaje y práctica. De hecho, el propio club se encarga de enseñar todos los conocimientos necesarios para jugar bien.

La ilusión y el buen ánimo reina dentro del Club Bádminton Úbeda, que desde hace dos años trabaja para que esta disciplina obtenga un sitio entre las preferencias deportivas de los ubetenses. El camino es largo y duro, pero están convencidos que lo conseguirán. Para promocionarse cuentan con un blog bajo el nombre del club, y quienes quieran conocerlos solo tienen que pasarse uno de los días de entrenamiento y juego.

No es tenis, ni pádel, es bádminton y tiene una gran ventaja sobre los dos anteriores, y es que se puede practicar durante todo el año ya que es un deporte de interior.