El albergue de temporeros de Úbeda cerrará sus puertas tras el servicio del martes

Según explicó la concejala de Bienestar Social, Natalia Pérez Merino, en los últimos meses la provincia ha asistido al cierre escalonado de los distintos albergues, que en principio iban a ser dieciocho aunque finalmente fueron diecisiete los que abrieron sus puertas. «Y nos llega la información de que Alcalá la Real, Torredonjimeno y Torredelcampo también están ya cerrando o lo tienen previsto en esta semana», comentó.

La edil informó que desde su apertura el 26 de noviembre se ha atendido a un total de 413 usuarios en el albergue, una cifra que sorprende puesto que esta campaña se presentaba con un 34% menos de cosecha. «El año pasado fueron atendidos un total de 520 usuarios», indicó a modo de comparativa entre ambas campañas. La media de ocupación fue del 88% y todos los días hubo plazas disponibles.

Pérez Merino apuntó que se ha puesto a disposición de los usuarios todos los servicios de los que dispone el albergue (lavandería, duchas, alojamiento, etcétera) y un año más ha funcionado con total normalidad. Así, agradeció la colaboración de todos los miembros de la comisión local permanente, «que ha sido crucial para el buen desarrollo de esta campaña».

A la reunión estuvieron convocados representantes de Policía Local, Policía Nacional, Protección Civil, Guardia Civil, Cruz Roja, Cáritas, Unión de Cofradías, Mundo Acoge, Jaén Acoge, Cooperativa Nuestra Señora de Guadalupe, Cooperativa La Carrera, Cooperativa La Unión, Cooperativa Santa Eulalia, CGT Úbeda, COAG Úbeda, ASAJA, UPA, Safa, Fundación Huerta de San Antonio, CCOO, Subdelegación del Gobierno, Asesoría Técnica de Políticas Migratorias y Red Solidaria.

Durante la sesión se habló sobre el seguimiento del dispositivo de atención a los inmigrantes y nacionales temporeros desplazados desde sus ciudades o países de origen hasta la localidad, con motivo de la campaña de aceituna 2019-2020, tanto por parte del Ayuntamiento como por las entidades, empresas, ONGs y miembros que componen la comisión.

En lo que respecta al comedor de Cáritas que funciona en la Casa de la Iglesia desde finales de noviembre, se mantendrá algunos días más, a la espera de notar un mayor descenso de usuarios (comenzó superando el centenar y luego fue bajando hasta el medio centenar). La intención es seguir dando cenas unos días para después repartir solo bocadillos. También por la baja demanda, voluntarios de las cofradías dejaron en días pasados de llevar leche caliente, café y magdalenas a quienes dormían en cajeros y pasajes pese a haber plazas libres en el albergue.