Amplia participación de ubetenses en el desarrollo de las Fiestas del Renacimiento

Un ejemplo fue la Agrupación Coral Ubetense, protagonista el sábado, junto al grupo Syntagma Musicum, del tradicional concierto de música renacentista. Además, en un año muy especial para la formación, pues anda celebrando su cuarenta aniversario. El recital, dirigido por Ramón Ramos, tuvo lugar en el patio del monumental Palacio Vázquez de Molina, donde sonaron piezas del siglo XVI que hicieron que los presentes realizaran un viaje sonoro en el tiempo.

Comenzó la actuación con el coro bajando lentamente las escaleras del palacio e interpretando 'a capella' el 'Ave María' de Tomás Luis de Victoria, hasta que todos los integrantes fueron ocupando su lugar. Después, con los miembros de Syntagma Musicum, se fueron sucediendo composiciones que, a buen seguro, amenizaron muchas veladas palaciegas siglos atrás en muchos puntos de Europa.+, en algunos casos de autor anónimo.

Ambas formaciones, la de cantantes y la de músicos, tuvieron también sus momentos de protagonismo por separado, finalizando de nuevo en conjunto e incluso regalando un bis, tras el cual el numeroso público asistente correspondió poniéndose en pie y con un sonoro aplauso. Anoche de nuevo sonaron las melodías renacentistas en un nuevo recital, en este caso llevado a cabo solo por Syntagma Musicum, que se desarrolló en el patio del Palacio Anguís de Medinilla.

Durante las Fiestas del Renacimiento también se pudo disfrutar de la presencia de la Compañía de Arcabuceros de Úbeda, que tuvo su campamento en el entorno de las Eras del Alcázar y desarrolló diferentes recreaciones por el casco histórico, aportando detalles únicos. Se pudo ver así el tratamiento a un reo o la reacción ante 'la peste'.

Este grupo de singulares 'figurantes' tienen su argumentación histórica. En Úbeda existieron unos soldados que en el año 1536 decidieron ingresar como voluntarios en el Tercio Viejo de Sicilia, el cual se formó en Andalucía y cuyo objetivo era proteger las posiciones españolas de posibles ataques enemigos en Italia. Estos arcabuceros, llamados así por el arcabuz, arma de fuego que utilizaban, se marcharon cuando la ciudad aún mantenía la traza y los modos medievales. Veinte años más tarde, en 1556, decidieron regresar tras haber pasado por Túnez o el Piamonte, y se encontraron una Úbeda diferente, en plena ebullición, que se adentraba en el Renacimiento, su época de mayor esplendor, y en la que empezaban a levantarse sus grandes edificios, como la Sacra Capilla del Salvador o el Hospital de Santiago, entre otros. Casi 500 años después, este cuerpo de arcabuceros, formado por ubetenses amantes de la historia, ha 'renacido' para protagonizar momentos muy emocionantes.

En lo que a ambientación se refiere es destacable el trabajo realizado en los talleres de corte y confección de vestimentas renacentistas que desde hace cuatro años se desarrollan en la localidad. En los últimos meses decenas de ubetenses dedicaron horas y cariño a esta actividad para poder echarse a la calle con ropas de otra época, sumándose así a los vecinos que en años anteriores participaron en esta iniciativa. Esto contribuye a que cada año haya más personas que viven estas fiestas ataviadas con trajes y vestidos típicos del Renacimiento, contribuyendo así a la vistosidad y originalidad de la celebración.

Los talleres también fueron responsables de elaboración de adornos para decorar las calles y escenarios en los que se viven las fiestas (banderolas, colgaduras o telas aéreas), que igualmente van creciendo en cantidad cada año.

A todo ello hay que sumar la implicación de las cofradías ubetenses que montaron las tabernas, los instrumentistas de la Agrupación Musical Ubetense que ambientaron las calles y protagonizaron algún concierto, los alumnos del Centro Ocupacional que mostraron sus trabajos artesanales, los alumnos de la Escuela Municipal de Danza 'Conchita Álamos' que ofrecieron danzas inspiradas en las del siglo XVI, las alumnas de Marian Egido con su danza oriental o los integrantes de El Zohar Producciones que protagonizaron una antología poética medieval ideada, dirigida e interpretada por Miguel Nieto.

Además, el personal de Dracon Ryus montó un pasaje del terror en los callejones traseros de la iglesia de Santa María, la Asociación Quarks desarrolló actividades especiales en su planetario y decenas de figurantes dieron vida a los personajes del desfile inaugural que recreó la llegada a la ciudad de Carlos V, todo ello organizado, coordinado y dirigido por la empresa ubetense Atlante, que también llevó a cabo visitas guiadas gratuitas.