Alberto Román
Úbeda
Miércoles, 9 de septiembre 2020, 09:41
Siguiendo con su intención de mostrar distintas formas de entender la canción de autor en su apartado de conciertos, las Jornadas 'Sabina por aquí' recibieron en días pasados a Mr. Kilombo, el proyecto personal de Miki Ramírez que está despuntando gracias a su energía y vitalismo. De ello dio buena cuenta en la plaza de toros, ante un público entusiasta que disfrutó cuanto pudo y se lo permitieron las medidas de seguridad vigentes. Y es que, resulta complicado permanecer sentado ante los ritmos que propone este artista madrileño, capaz de sacar a bailar hasta al más 'paraito'. Pero esta vez no pudo ser y hubo que reprimir la energía que fluyó desde el escenario. Eso sí, los aplausos sonaron más fuertes que nunca en base a esa ley que marca que la energía no se crea ni se destruye, solo se transforma.
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El propio Mr. Kilombo reconoció ante la concurrencia que en esta 'nueva anormalidad', a la hora de afrontar el repertorio, después de varios temas cañeros seguidos no tienen más remedio que meter uno lento, para evitar que la gente se le venga arriba. Aun así, ya digo, fue difícil no levantarse y sacar a bailar en mitad del ruedo hasta a los técnicos de sonido.
Su buen rollo se ha traducido en millones de visitas a su canal de YouTube pero, sobre todo, es altamente contagioso en los directos. Y aunque hablar de contagios en estos tiempos es arriesgado, en este caso en el que tratamos sobre música cabe decir que lo de Mr. Kilombo debería propagarse por prescripción médica. Porque te arregla una noche de bajón y te disipa cualquier malestar. Y te deja fuerzas para el día siguiente si, desoyendo lo que aconsejaba Súper Ratón, olvidas supervitaminarte y mineralizarte.
Miki Ramírez, guitarra en ristre, llegó acompañado de su habitual cuarteto (batería, teclados, bajo y un percusionista que también le daba a la trompeta) para bordar un concierto de melodías pegadizas, estribillos contundentes y letras cuidadas con mimo y sutileza, todo ello mezclado, no agitado, para ganar en matices. En ese plan presentó varios temas de su último disco 'Corto circuito', repasando también algunos de sus cuatro trabajos anteriores.
Dentro de las séptimas Jornadas 'Sabina por aquí', queda pendiente un concierto. Para la clausura y como una especie de traca de color, de luz, de aire libre, de libertad expresiva, el viernes 11 a las nueve de la noche llegará Rodrigo Cuevas. Se define como agitador folclórico y así es, no miente. Bebe en sus raíces más cercanas, la música tradicional asturiana, pero pronto vuela hacia expresiones renovadoras muy firmes. Es fuerza pura y compromiso.
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