Jesús Jiménez Rodríguez
Viernes, 12 de agosto 2022, 14:09
El Ayuntamiento, a instancias de la asociación medioambiental ÁMALO, colocó una serie de nidos artificiales en su sede para las parejas de Cernícalos Primilla que visitan nuestro municipio cada año para la cría de sus polluelos. Esta especie se trata de pequeños halcones urbanos, que regresan a Úbeda en abril de cada año por nuestro ecosistema, que facilita el encontrar alimento para las crías. Cuando estas están preparadas para volar, alrededor del mes de julio, ponen rumbo a África para regresar al año siguiente.
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El objetivo de la propuesta de ÁMALO se debió a la necesidad de proteger una especie que se encuentra en la lista roja de animales en peligro de extinción. Tania Marín, científica marina y miembro fundadora de la asociación, explica que la protección de estas aves es muy importante para garantizar la biodiversidad del municipio. «Son muy útiles para nosotros. Compiten con las palomas por el espacio, y estas tienen unos excrementos muy corrosivos para nuestros monumentos» asegura la científica marina.
La científica marina detalló que se aprovechó la rehabilitación del edifico para instalar los nidos, ya que el Cernícalo Primilla construye su refugio en zonas de arenisca donde existan huecos naturales, pero en las restauraciones se suelen tapar amenazando a la especie. De hecho, no es el único monumento que alberga los nidos artificiales, pues también se encuentran en la Torre del Reloj de la Plaza de Andalucía.
Tania Marín señala que el objetivo final de las iniciativas de ÁMALO es conseguir que Úbeda posea un espacio protegido para aves. «Tenemos la suerte de disfrutar de muchas especies de aves, y conseguir esa zona nos permitiría proteger esa biodiversidad y crear un escaparte publicitario como ciudad comprometida con el medio ambiente».
La asociación ÁMALO fue creada en 2017 por Tania Marín, Eduardo Gómez y Carlos Castillo, que crearon la entidad para evitar que la Torre del Reloj se rehabilitara durante la época de cría del Cernícalo Primilla. «El nombre proviene de las siglas Asociación Medioambiental de la Loma, aunque también demuestra nuestro amor hacia la naturaleza».
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Marín señala que desde el Consistorio se están realizando buenas actuaciones para la protección del medioambiente, pero que aún quedan mucha lucha para mejorar la biodiversidad del municipio. «En especial tendríamos que sensibilizar a la ciudadanía, tanto a los más pequeños como a los mayores. No solo en talleres, sino yendo de barrio en barrio enseñando documentales y concienciando a la población» manifestó la fundadora de ÁMALO.
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