Beethoven y Carlos Núñez unidos en el universo celta

Con una visión céltica de la música de Beethoven, Carlos Núñez regresó ayer al auditorio del Hospital de Santiago y al 35 Festival Internacional de Música y Danza 'Ciudad de Úbeda', como uno de los protagonistas de su sexta semana, en la que también figura la Agrupación Musical Ubetense con bandas sonoras de películas de animación, además de los dúos formados por el violinista Marc Paquin y la violonchelista Orfilia Saiz Vega, por un lado, y los guitarristas Francisco Bernier y Antonio Duro, por otro. Superado el meridiano, el ciclo primaveral ubetense encara así su recta final enarbolando nuevamente la bandera de la calidad y la variedad.

El reconocido gaitero y flautista interpretó una selección de obras de inspiración celta escritas por el propio maestro alemán, un proyecto creado con motivo del 250 aniversario del nacimiento del compositor en 2020 y que ya ha llevado a diversos escenarios internacionales, en distintos formatos. Y tras Úbeda, en unos días viajará por Bretaña y París junto a la Orchestre National de Bretagne y el célebre barítono Bryn Terfel.

Junto a las flautas, gaita, pastoral pipes y ocarinas del gallego sonaron el arpa de Bleuenn Le Friec, las percusiones de Xurxo Núñez, el violín y la voz de María Sánchez García, el cello de Raúl Mirás y el piano de Calio Alonso, genial intérprete y buen amigo del Festival de Úbeda.

Con este concierto, organizado conjuntamente con el Festival de Música Antigua de Úbeda y Baeza, Carlos Núñez volvió a Úbeda cuatro años después de un memorable recital ofrecido junto a Jordi Savall (abril de 2019) y veinticuatro años después de que la lluvia obligara a suspender un concierto suyo en la plaza de toros (septiembre de 1999).

Para la ocasión hizo una selección entre más de doscientas melodías irlandesas, escocesas y galesas arregladas por Beethoven a principios del siglo XIX. Propuso así una nueva forma de interpretarlas, respetando las armonías creadas por el compositor, pero devolviéndoles el ritmo, la ornamentación o los timbres de la música tradicional, así como recuperando algunas de las letras originales en lenguas celtas. Se trata del tipo de composición más numeroso de la obra de Beethoven, y a pesar de ser piezas poco conocidas, inspiraron creaciones posteriores como la 'Séptima sinfonía', llena de recursos aprendidos de las tradiciones musicales célticas.

Carlos Núñez tiene una sólida formación clásica en flauta de pico y toca regularmente con las principales orquestas internacionales. Ha actuado en los escenarios más importantes, tales como Carnegie Hall de Nueva York, Boston Symphony Hall, Musikverein de Viena, Royal Albert Hall de Londres o Teatro Colón de Buenos Aires, entre otros.

Respecto a hoy sábado, el público podrá disfrutar de la actuación de Sevilla Guitar Duo, formado por Francisco Bernier y Antonio Duro. Será a las diez de la noche en la Plazuela de la Judería, nuevo espacio puesto en valor por la familia Crespo López, que abrió sus puertas esta misma semana. No en vano, el recital se enmarca en el ciclo 'Música y patrimonio', que pretende llevar los conciertos del Festival a lugares singulares de la ciudad Patrimonio de la Humanidad, algunos de ellos poco conocidos.

Ambos guitarristas, con una extensa y exitosa trayectoria, dedicarán su recital a compositores españoles. Sonarán 'Danzas gitanas' de Joaquín Turina, 'Suite española' de Isaac Albéniz, 'Canciones flamencas antiguas (recopiladas por Federico García Lorca)' y, finalmente, algunas piezas de Manuel de Falla pertenecientes a 'La vida breve', 'El sombrero de tres picos' y 'El amor brujo'.

Y mañana domingo, a las nueve de la noche, junto al torreón de la Calle Corredera de San Fernando, actuará la Agrupación Musical Ubetense dentro del ciclo 'Soundtrack Festival' dedicado a la música de cine. En este caso sonarán bandas sonoras de conocidas películas de animación, como es el caso de 'Toy Story 2', 'Frozen', 'Up', 'Encanto' o 'Los increíbles'. Rafael Martínez Redondo se encargará de la dirección.

Antes de todo ello, en la noche del pasado jueves, en el Palacio Marqués de Contadero, estuvo el dúo formado por Marc Paquin, violín, y Orfilia Saiz Vega, violonchelo, también dentro del ciclo 'Música y patrimonio'. El programa se abrió con 'Dhiply Zyia', un Xenakis insólito. Probablemente es su única obra de juventud con valor auténtico antes de su paso a la vanguardia. Es además una obra en que se pueden apreciar las raíces populares y la influencia de Bartók.

También sonaron 'Castillo interior' de Peteris Vasks; la 'Sonata' de Ravel, una de esas obras monumentales, escritas de manera apabullante, que presenta una dificultad y exigencia de ejecución muy alta; y las 'Danzas rumanas' de Bartók, tan queridas por el público, cuyos arreglos para esta formación fueron de los propios intérpretes.

Marc Paquin es solista de segundos violines en la Orquesta Ciudad de Granada y ejerce también la luthería. Fue durante dos años profesor de música de cámara para el Junior Department de la Guildhall School of Music (Londres) y profesor en el conservatorio de la Chaux-des-Fonds (Suiza). Respecto a Orfilia Saiz Vega, es catedrática de violonchelo, por oposición, en el Real Conservatorio Superior de Música de Granada y autora de varias publicaciones para la enseñanza de este instrumento. Continua su actividad concertística en el seno de varias agrupaciones y desde el año 2016 es miembro de la Real Academia de Bellas Artes de Granada y su directora desde 2019.

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