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J. Jiménez / A. Román
Úbeda
Lunes, 26 de septiembre 2022, 13:13
El Club Diana homenajeó al exfutbolista Carlos Muñoz Cobo, el único ubetense hasta la fecha que ha conseguido vestir la camiseta de la Selección Española de Fútbol. El delantero recibió este reconocimiento por su trayectoria deportiva, especialmente en la década de los 90, cuando perforaba las porterías de tal manera que llegó a ser convocado en seis partidos por el combinado nacional.
El jugador visitó las instalaciones del tradicional club social ubetense y recibió una placa conmemorativa de la entidad por sus muchos méritos conseguidos dentro del campo. Además, se le entregaron otros obsequios, como una camiseta del Úbeda Viva y una página de IDEAL, enmarcada para la ocasión, con un reportaje publicado recientemente sobre su trayectoria.
En el acto intervinieron Adolfo Vivancos y Antonio del Castillo, como representantes del Club Diana, así como el periodista local Eduardo Jiménez, ideólogo del homenaje. Por su parte, Carlos Muñoz agradeció tantas atenciones recibidas en su ciudad natal y firmó en el libro de honor de la entidad, uniéndose así al selecto grupo de socios honoríficos entre los que también se encuentran los ubetenses Antonio Muñoz Molina y Joaquín Sabina.
«Es una enorme alegría que gente de tu pueblo reconozca tu trabajo», manifestó Muñoz recientemente a IDEAL en una entrevista realizada con motivo de este homenaje. Según dijo, recuerda con añoranza su niñez en Úbeda e intenta visitar la ciudad todos los años. El delantero explicó que para él fue muy importante tener la oportunidad de representar no solo a su país en el combinado nacional, sino también a su región y a su ciudad de nacimiento, de la que tuvo que despedirse con tan solo 7 años para trasladarse con su familia a Cataluña. «Recuerdo el bar que llevaba mi padre. También recuerdo ir con mi 'chache' a ver los partidos al cerro», rememoró.
Carlos Muñoz Cobo (25 de agosto de 1961) llegó al Real Oviedo en calidad de cedido por el FC Barcelona en el año 1987, compartiendo vestuario con jugadores como Juliá, Hicks o Sañudo. El objetivo del equipo era permanecer en segunda división pero, contra todo pronóstico y gracias a los 26 goles del delantero ubetense, logró colarse en la fase de promoción de ascenso, consiguiendo el asalto a la máxima categoría del fútbol español.
En la siguiente temporada quiso quedarse en el Oviedo, pero el Barcelona lo vendió al Atlético de Madrid, donde consiguió marcar cuatro tantos en 21 partidos. Sin embargo, no estuvo cómodo y cuando volvió al Carlos Tartiere como visitante, la grada lo recibió con una gran ovación como muestra de cariño, demostrándole cuál era su casa.
Al finalizar la temporada regresó con ilusión al Real Oviedo tras provocar su salida del Atlético de Madrid. Se mantuvo siete años en el equipo, convirtiéndose en uno de los mejores goleadores de la época, registrando 93 tantos en 240 partidos. Fue en el Carlos Tartiere donde nació el famoso cántico «Carlos gol» que recorría el estadio cada vez que pisaba la pelota.
La afición Ovetense tuvo el honor de verle jugar sus mejores años y verle marcar goles de todos los colores; con su endiablada zurda, de cabeza, de falta, desde el medio del campo, desde el punto de penalti y hasta llegó a marcar alguno de chilena. Su gran rendimiento goleador le permitió ser convocado para la Selección Española de Fútbol, donde disputó seis partidos y anotó seis goles.
En el año 1996 se despidió del Real Oviedo para encarar una nueva etapa de su carrera profesional, esta vez en el Puebla F.C. de México. Llegó justo para la temporada de invierno, en la que obtuvo el galardón de 'pichichi' al marcar 16 tantos. Estuvo en el equipo durante dos años, consiguiendo sumar 33 goles en primera división.
Para el siguiente torneo, el director técnico Raúl Cárdenas lo dejó fuera del equipo. Carlos rechazó una oferta de Pachuca, quedándose sin jugar durante una temporada y fichando la siguiente por el conjunto Lobos BUAP, equipo que militaba en la segunda división de mayor categoría del país. Allí también logró el premio al máximo goleador de la competición con 15 tantos, ostentando el récord de haber sido el mayor artillero en las dos competiciones al menos una vez.
Carlos Muñoz Cobo disputó su último partido en tierras mexicanas el 18 de noviembre de 2000, justo antes de finalizar la temporada de invierno, en un triunfo del Lobos ante el Real San Luis. El delantero ubetense anotó dos goles durante ese partido y siete en su última competición en Latinoamérica.
Cabe destacar que durante la campaña de descenso 2000-2001, el Real Oviedo contactó con él para que regresara al equipo, con el objetivo de reforzar una plantilla a la que le faltaba gol. Sin embargo, y después de realizar el viaje hasta la ciudad, su fichaje fue desechado por la entidad, que prefirió contratar a Stan Collymore, antigua promesa del fútbol inglés. El Oviedo descendió esa temporada mientras el delantero ubetense se retiró marcando goles para el Universidad de Oviedo.
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