El 'comandante Lara' hace reír a Úbeda con un show veraniego y fresco

Vestido con camiseta hawaiana, pantalones cortos y chancletas. Así salta Luis Lara al escenario, mientras una peluca morena adorna su cabeza. Un murmullo recorre al público, al comprobar que el famoso 'comandante' no porta su tradicional camiseta del Jerez. El cómico parece notarlo, porque anuncia en el micrófono que bajará de la tarima y volverá a entrar. Dicho y hecho. Esta vez sí que Úbeda lo recibe con una calurosa ovación.

No está solo. A su derecha, Vicente Ruidos, artista que según el mismo puede interpretar más de 3.500 ruidos, aunque claro, si 20 de ellos son el sonido de un parabrisas en distintas situaciones, la cifra no es tan impresionante. A su izquierda Jesús Tapia, que de juegos de palabras y chistes conoce los suficientes para hacer reír a los asistentes toda la noche.

Comienza el show 'A toda costa'. Las bromas iniciales no pueden ser otras que de las situaciones que hemos vivido en el confinamiento. Los que aplaudían a las 19:58, los alarmistas que fueron a comprar papel higiénico como si se acercara un apocalipsis y los dj que 'pinchaban' la canción 'Resistiré' son objetos de las bromas del gaditano. El chiste «Si Fernando Simón se quedará calvo, podría peinarse con las cejas» provoca tales carcajadas que ni las mascarillas pueden atenuar el sonido de cientos de gargantas.

Según avanza el espectáculo, las bromas son cada vez más hilarantes, disparatadas y graciosas. La prensa también tiene un hueco en la actuación, ya que 'Lara', Tapia y 'Ruidos' comienzan a leer como 'titulares' de periódicos juegos de palabras tan absurdos como desternillantes.

Los clásicos funcionan, y por ello en el monólogo de Luis Lara no puede faltar la temática del amor, la pareja y el sexo. Al 'comandante' no se le caen los anillos si tiene que reírse de si mismo, y eso hace ante un público entregado. «Yo soy un guapo asintomático, por eso no se me nota por fuera».

El público no está a salvo del en ocasiones ácido humor de Lara. El humorista señala a un señor del público, al que bromeando dice reconocer de haber visto en un puticlub. El hombre, con ese arte ubetense, no se deja amilanar y le responde la broma para regocijo de todos sus paisanos.

Todos los asistentes abandonaron el recinto riéndose gracias al espectáculo del 'comandante Lara', que supuso el final la 5º sesión del Festival de Música de Verano de Úbeda.