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Alberto Román
Úbeda
Martes, 20 de septiembre 2022, 11:00
Como parte de las Jornadas 'Sabina por aquí', aunque fuera de su calendario oficial, los temas más señeros del cantautor volvieron a sonar pasados por el tamiz instrumental de la Agrupación Musical Ubetense. Aunque este año, como novedad, no solo se pudo disfrutar de las melodías que recrean las habituales versiones para banda, pues además se añadió la voz y el acompañamiento de un grupo de rock, Jimenos Band, cuyo vocalista clava el timbre, la actitud y los modos del autor de 'Calle Melancolía'.
Este concierto a dos bandas dedicado a Joaquín Sabina tuvo lugar en la noche del pasado domingo en la plaza de toros y congregó a un numeroso público deseoso de reencontrase con las canciones que han convertido al ubetense en uno de los artistas más considerados e influyentes en los países de habla hispana.
El recital estuvo basado en lo que la banda viene haciendo en los últimos años aunque, por primera vez, presentó la novedad y la dificultad añadida del acompañamiento de un grupo que viene llevando a escena desde hace tiempo un fantástico tributo al maestro de Úbeda. Un espectáculo que destaca por su calidad y fidelidad.
En concreto, Jimenos Band procede de Valladolid y su vocalista imita a la perfección la forma de hablar y de cantar de Sabina, también su manera de moverse en el escenario. Tal es el grado de perfección que incluso modula el timbre según las distintas etapas del artista, poniendo una voz más melódica e impostada en los temas antiguos y más cruda y rasgada en los recientes. Al igual que en los discos, no tienen nada que ver, por ejemplo, 'Oiga, doctor' y 'Lo niego todo'. Ello surge de una admiración absoluta por el artista ubetense. Normal que cada vez que hablara de Úbeda mostrara su satisfacción por estar pisando «tierra santa».
«¿Pero es Joaquín Sabina el que está cantando esta noche?», le preguntaba una señora a la persona que custodiaba la puerta de la plaza de toros al oír desde la calle semejante parecido. Tal similitud tuvo al público entregado de principio a fin. Bastaba con distraer un poco la mirada o cerrar los ojos para creerse en un concierto del maestro.
Para conjugar ambas formaciones, la banda de música y la banda de rock, hubo que realizar un intenso trabajo previo, adaptando las tonalidades de la primera a la segunda, al igual que los ritmos. De esta forma, fue un concierto mucho más complejo y cañero, con un repertorio novedoso con respeto a lo que se había visto y escuchado otros años. Los arreglos musicales fueron de Roberto Sanz y la batuta la empuñó Rafael Martínez Redondo.
Sonaron espectaculares los temas en los que ambas bandas empastaron, dejando patente la fuerza y los matices que puede ganar una canción si se viste de fiesta gracias al talento de medio centenar de músicos. Aunque no todos los temas fueron acompañados por la Agrupación Musical Ubetense, pues Jimenos Band interpretó algunos tramos a guitarras, teclados, bajo y batería.
La propuesta fue organizada por la Agrupación Musical Ubetense y el colectivo de sabineros Peor para el Sol, con el patrocinio del Ayuntamiento ubetense.
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