La danza se hizo un hueco en la Muestra de Teatro de Otoño

La Muestra de Teatro de Otoño reservó un espacio a la danza gracias a 'Los laberintos de Dürrenmatt', una creación de flamenco contemporáneo que lleva la firma de la bailarina y coreógrafa ubetense Natalia Ferrándiz, quien se reencontró con sus paisanos en la que fue su segunda actuación en la ciudad que la vio nacer pese a llevar casi tres décadas pisando con fuerza escenarios de todo el mundo. Lástima no poder disfrutar de su arte más frecuentemente.

En este espectáculo, Natalia Ferrándiz comparte escena, dirección artística, autoría y creación de coreografías con Bruno Argenta, con quien hace años formó la compañía danZarte. Ambos rinden así homenaje a Friedrich Dürrenmatt, escritor y pintor suizo cuya obra cautivó a ambos bailarines, hasta tal punto de inspirarse para dar forma a este ambicioso proyecto.

'Los laberintos de Dürrenmatt' escudriña en la producción y la mente del autor, en los temas que abordó con maestría y que hoy, cincuenta años después, siguen estando vigentes. Reflexiona así sobre el arte y el amor, aunando danza, música, canto y texto ante una pantalla en la que se pueden ir descubriendo algunas de sus pinturas. Ferrándiz y Argenta ponen movimiento a todo ello, transitando por una especie de laberinto de dudas y realidades, de ideas y contradicciones. El actor Nicolás Gaude se encarga de recitar los textos y la cantaora Elena Morales les pone su voz flamenca.

La propuesta es una auténtica fusión cultural entre Suiza y España cuando la 'Balada del Minotauro' de Dürrenmatt se encuentra con la música de Antonio Robledo, Luigi Boccherini, Bach y Frank Martin, y con la pasión y el movimiento de la compañía danZarte.