Depedro hizo vibrar los centenarios muros de San Lorenzo

Pese a tratarse de un recital en formato acústico, sin banda y con el protagonista de la noche solo con su guitarra sobre el escenario, generó un gran ambiente que fue caldeándose poco a poco, hasta tal punto que el respetable acabó de pie bailando y coreando las canciones.

Depedro es el proyecto musical de Jairo Zavala. Un proyecto transfronterizo que ha volcado influencias musicales, estéticas y culturales en Latinoamérica, África, el Mediterráneo o Estados Unidos. Sus colaboraciones con músicos de todo el mundo en diferentes idiomas es uno de los sellos de identidad del artista.

Su último trabajo, 'Máquina de piedad', es un disco que se acerca a un Depedro con una humanidad sincera y empática. Se sostiene sobre un eje firme: sus dotes naturales, basadas en la energía y el ánimos. No es un disco de desazón o redención, es un álbum que trabaja sobre la experiencia consciente, sobre el puro presente que nos aborda. Por encima de pandemias, de crisis, de ansiedades… la vida continúa.

Llega después de millones y millones de plays y streams en 'Todo va a salir bien', el disco en el que Depedro ajustaba cuentas con su repertorio. Ahora, que vuelve a rugir la vida, Jairo no se esconde, pero esta vez no va a pecho descubierto. Se ha enguatado el alma para golpear en unos tiempos de contienda constante donde no se puede bajar la guardia al presente.

El próximo concierto de las jornadas sabineras tendrá lugar el viernes 8 de septiembre, en el patio del Palacio Anguís de Medinilla a partir de las nueve de la noche, y correrá a cargo de la cantautora local Sara Ráez. Presentará su último trabajo que acaba de ver la luz 'Ventanas abiertas'. La artista siempre tuvo claro que su vida sería la música. Toca la guitarra desde los 8 años y desde que a los 13 cantó por primera vez en público, su música no ha parado de rodar. En su estilo pop de toques intimistas se dejan ver sus raíces andaluzas. Con tres discos de estudio en el mercado y multitud de colaboraciones con artistas como Pedro Guerra, Manuel Carrasco, Andrés Suárez o Pablo López, desde 2014 es habitual de salas como Libertad 8, Búho Real o la mítica Clamores de Madrid, donde consiguió un lleno absoluto en la presentación de su último trabajo. Su voz y su manera de decir cada canción apuntan a una sensibilidad diferente, resumiendo toda su esencia a una sola palabra: emoción.