El desfile del Entierro de la Sardina puso fin al Carnaval

Tras una intensa semana de actividades, aunque con suspensiones en los últimos días debido al mal tiempo, el Carnaval de Úbeda se despidió en la tarde-noche de ayer con el tradicional desfile del Entierro de la Sardina. Los carnavaleros, portando antorchas encendidas, formaron el concurrido y colorido cortejo fúnebre. La pequeña cabalgata partió desde el Hospital de Santiago al ritmo de caja y bombo, y desembocó en la plaza Vázquez de Molina, donde se procedió a la quema de la sardina y de algunos elementos de los distintos disfraces.

Además los pregoneros, los hermanos Antonio Ángel y Francisco David Ruiz Cano, despidieron las fiestas con una divertida intervención. Después, los bares se convirtieron en el mejor punto de reunión de quienes se enfundaron el disfraz para decir adiós al Carnaval.

Las agrupaciones también fueron despidiéndose de sus repertorios ante la concurrencia, a su mismo nivel, demostrando que el mejor Carnaval no está en los escenarios sino a pie de calle. La noche finalizó con un animado baile de disfraces en salones Condestable, organizado por La Beltraneja, que se alargó hasta bien entrada la madrugada.

Previamente, el sábado incluyó también un guiño especial a los más pequeños, con la celebración de una fiesta infantil en la carpa de la plaza de toros, a mediodía, que incluyó sorpresas y regalos para todos los menores disfrazados, además de talleres e hinchables. Incluso hubo actuación de una chirigota infantil y un grupo de pequeñas romanceras.

En la recta final del Carnaval ubetense, el viernes, al no haber Ochiada, se celebró la Caretada en la Taberna Patrimonio de la calle Real, reuniendo a decenas de personas durante una noche muy animada. Hubo premios para la comparsa 'La Escoria', la chirigota 'Los anticuerpos' y los romanceros.

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