Donación de termómetros individuales para facilitar el trabajo al personal del hospital de Úbeda

A los reconocimientos públicos que reciben los profesionales sanitarios, como los aplausos diarios desde los balcones o, en el caso de Úbeda, el envío de pizzas, fruta y agua que tuvieron en días pasados, hay que sumar otros gestos que les agradan de manera especial, pues tienen que ver con intentar paliar la escasez de recursos materiales que en muchos casos están sufriendo. Quizá no sean grandes obras o las intenciones se queden solo en eso, en intenciones, pero denotan una preocupación por cuidar o facilitar el trabajo a quienes trabajan diariamente para cuidar al resto.

Por ejemplo, en las últimas horas una farmacia de la localidad donó veinte termómetros clínicos digitales al Hospital San Juan de la Cruz. Un regalo que vino muy bien para el área concreta donde se tratan los casos sospechosos de coronavirus, donde no había termómetros individuales.

También en las últimas horas una vecina de Úbeda, con conocimientos en costura, se ofrecía para coser en casa mascarillas que pudiera utilizar el personal sanitario y los pacientes, para lo cual preguntaba por el tipo de tela o material necesario. La propuesta no pudo llegar a buen puerto pues estos recursos deben estar homologados y cumplir ciertas directrices. Pero la intención cuenta y queda.