Borrar
Jesús Monforte durante una de sus misas en directo a través de Facebook.
Historias de cuarentena en Úbeda

Historias de cuarentena en Úbeda

El sacerdote Jesús Manuel Monforte Vidarte emite la misa diaria desde la Sacra Capilla de El Salvador para fieles virtuales

Alberto Román

Úbeda

Viernes, 27 de marzo 2020, 11:40

El contacto físico con los demás es algo de lo que nos está privando este periodo de confinamiento. Es duro en lo personal, ya que se echan de menos besos, abrazos y apretones de manos. Pero también en lo profesional, pues quienes aún trabajan de cara al público deben guardar las distancias de seguridad o poner mamparas de por medio, y quienes lo hacen a puerta cerrada o practican el teletrabajo tienen a sus clientes al otro lado del teléfono o de la pantalla.

Lo de estar sin gente durante el desempeño de su función le resulta muy extraño al sacerdote Jesús Manuel Monforte Vidarte, pero aún así sigue en la brecha. Todas las tardes, a las seis, oficia la eucaristía. Y lo hace, nada más y nada menos, que desde la monumental Sacra Capilla de El Salvador, buque insignia de Úbeda y de su declaración como Patrimonio de la Humanidad, donde es capellán. Se enfunda la casulla, el alba y la estola, y celebra la misa, aunque lo hace frente a un templo completamente vacío, sin gente en los bancos. A pesar de ello sabe que le están escuchando pues, gracias a un teléfono móvil estratégicamente colocado, la emite en directo a través de su cuenta personal en Facebook. Resulta curioso entrar en la retransmisión en vivo y ver cómo la siguen un buen número de fieles, que incluso le van contestando en los comentarios lo que corresponde: «y con tu espíritu» o «amén», por ejemplo.

«Pensé que estaría bien que la gente no se quedara sin la misa diaria. Creo que es una forma de dar consuelo espiritual. Y aunque hay cadenas de televisión que la emiten, me parece que reconforta ver una iglesia y una cara conocidas», me cuenta a través del teléfono. Y añade que, pese a ser una sensación diferente para él por no tener contacto visual y comunitario, cuando la eucaristía es comunión, le da alegría saber que al otro lado de la pantalla del móvil hay personas participando.

«La misa sin fieles se puede celebrar desde siempre, pero los jóvenes no la conocíamos», me cuenta, aludiendo a tiempos en los que los sacerdotes oficiaban así en ocasiones, orando por los demás, algo que también forma parte de su misión. El objetivo es aportar su granito de arena para que, en estos tiempos de miedo e incertidumbre, la gente se sienta reconfortada. Además, los jueves y viernes la eucaristía se vuelve mucho más simbólica, pues la retransmite desde la capilla del Hospital San Juan de la Cruz, donde también es capellán y en estos días se está combatiendo cara a cara contra el coronavirus.

Esas jornadas, que son las que tiene asignadas para subir al centro hospitalario, asegura que intenta no moverse mucho por las distintas plantas, dada la actual situación y la necesidad de tomar medidas de seguridad. Así, solo acude a las habitaciones si precisan sus servicios, para lo cual está disponible el resto de días a través del teléfono o del busca del hospital. El panorama que observa es de gran dedicación de los profesionales, quienes le transmiten que escasean los medios materiales.

Jesús Monforte es un cura muy activo al que, a veces, le falta tiempo «para tantas cosas» que tiene, también en el ámbito cofrade, parroquial o juvenil. Pero ahora, que sale de casa lo imprescindible, echa en falta esos compromisos. «Con lo que está pasando valoramos esas cosas muchos más», asegura. Durante el confinamiento acompaña a su madre, hace las tareas de la casa y está muy pendiente de las redes sociales, pues cree que es el momento de que la gente sepa «que la Iglesia está ahí». Y si le queda tiempo, escucha música mientras lee.

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

ideal Historias de cuarentena en Úbeda