El hospital de Úbeda sigue sumando donaciones y gestos de agradecimiento

No cesan las entregas de material al Hospital San Juan de la Cruz y a otros servicios sanitarios de Úbeda, bien para ayudar a proteger a los profesionales o para hacerles más llevadera esta complicada situación. Son gestos de solidaridad y agradecimiento que proceden de empresas, entidades o particulares, convencidas de que es el momento de unirse y arrimar el hombro en todo lo posible para salir de este tremendo bache colectivo lo más airosos posible.

Por ejemplo, una ortopedia de la ciudad aportó monos para aislarles del virus, una empresa local de excavaciones y transportes elaboró viseras para que puedan cubrirse la cara y una peluquería ubetense dio al servicio de urgencias un lote de guantes, toallas desechables y capas impermeables. Por otro lado, una mercería de Úbeda donó gomas para fabricar viseras protectoras y elaboró expresamente mascarillas y patucos gracias a la ayuda y la donación de tela de una cliente. Y un particular compró y cedió todas las batas que había disponibles en una fábrica fitosanitaria así como máscaras, cuyo destino fue el ambulatorio.

Igualmente, el PP de Úbeda recibió material sanitario adquirido con las asignaciones municipales de sus concejales para repartirlo entre aquellos sectores y profesionales que se encuentran sin las herramientas necesarias para luchar contra el coronavirus. Y para ayudar a sobrellevar estos días, reponiendo fuerzas durante el desayuno, una marca aceitera ubetense, en colaboración con un chef, llevó botellas de su aceite para todos los 'office' de planta del centro hospitalario. Un gesto que también tuvo otra firma de aceite con sede en Úbeda y en Puerto Alto. Tampoco faltaron algunos dulces.

Aunque el hospital ubetense no solo está recibiendo donaciones y gestos procedentes de Úbeda, pues llegan también de otros municipios del entorno a los que el centro presta servicio. Por ejemplo, desde el Ayuntamiento de Cazorla se entregó diverso material de protección y desinfección para el personal sanitario y de limpieza, como viseras, mascarillas y batas, gracias al trabajo que hacen día a día personas voluntarias, también de La Iruela. Asimismo se destinó una parte a los centros de salud ubetenses.

Por otro lado, las costureras de la Asociación de Mujeres Amurjo de Orcera elaboraron 80 gorros quirúrgicos para los profesionales ubetenses, que fueron entregados por los técnicos conductores de ambulancias. Y la fundación de una empresa aceitera con sede en Baeza llevó una buena remesa de monos protectores, entre otras muchas cosas. Un material similar al que reunieron diferentes empresas de Villanueva del Arzobispo. Y de otros pueblos de la comarca llegaron batas gracias a las telas procedentes de comercios locales.

Quienes en estos días están colaborando con el San Juan de la Cruz y donando material, no se olvidan de su servicio de limpieza, tan esencial en el centro sanitario. Así, la Asociación Cultural Entreversos de Úbeda entregó una gran cantidad de diferentes productos muy necesarios, como 400 litros de lejía, 60 paquetes de bayetas otros tantos de estropajos, pulverizadores y barreños, anunciando que en los próximos días llegará otro material también importante, como gel hidroalcohólico, 200 batas plastificadas y 1.000 gorros plastificados. El colectivo cultural acompañó su primer envío con una preciosa carta de ánimo y agradecimiento para el personal.

Por otro lado, trabajadores de Mercadona de Úbeda han hecho por su cuenta varias entregas de lotes conformados por lejía, guantes de látex, pulverizadores o crema para las manos, junto con bombones para endulzar la labor de quienes limpian e higienizan el hospital.

«Somos lo que somos gracias a vuestra generación; gracias a vosotros estamos aquí, y estamos para cuidaros y aislaros todo lo que podamos». Estas fueron las palabras que la Policía Local de Úbeda transmitió a los usuarios de la Residencia de Personas Mayores 'Ciudad de Úbeda'. Hasta allí se trasladaron los agentes para felicitar a una de las residentes por su cumpleaños. Una visita en la que no faltaron los aplausos mutuos (también para el personal del centro), mensajes de ánimo y deseos de que todo esto pase pronto. Los efectivos también acudieron en los últimos días a otros puntos de la ciudad para felicitar a diferentes personas, especialmente niños, que cumplieron años y mostraron su gratitud desde sus balcones. Detalles que los pequeños (y los mayores) no olvidarán.