Una importante reunión para la que se cuidó hasta el último detalle

«¡A trabajar!», le gritó un ciudadano a Juanma Moreno en cuanto se bajó del coche oficial ante el Hospital de Santiago. No quedó claro si se trataba de un grito de ánimo o de reproche. El presidente, que debió entender lo primero, saludó desde la distancia a la concurrencia que se apostaba en la acera tras el cordón de seguridad y sonaron algunos aplausos. Justo después dos señoras decidieron acortar esa distancia y saludarle de cerca, algo que permitieron los agentes policiales y demás personal toda vez que Moreno, con un gesto amable, dio su beneplácito. Con mascarillas y algo más de un metro de por medio, las dos mujeres le felicitaron y el político se disculpó por no poder corresponderlas con un beso y un abrazo, pero las circunstancias son las que son.

En la escalinata del centro cultural, el máximo responsable del Gobierno andaluz fue recibido por la alcaldesa de Úbeda, Antonia Olivares, y la delegada del Gobierno andaluz en Jaén, Maribel Lozano. Tuvo también la oportunidad de saludar al portavoz de la oposición en el Ayuntamiento y presidente local del PP, Gerardo Ruiz del Moral, así como al concejal ubetense y diputado provincial de Promoción y Turismo, Francisco Javier Lozano, allí presentes. Ante ellos destacó la belleza del Hospital de Santiago, monumental edificio que el ejecutivo andaluz tuvo a su disposición durante toda la mañana casi en exclusividad.

Para la reunión se habilitó la imponente sacristía, dotada de todos los recursos necesarios. Y hubo que preparar igualmente un set en el patio central para la rueda de prensa posterior, con todo lo referente a sonido e iluminación, un espacio para la prensa con los medios tecnológicos adecuados, dos zonas de catering (una para los responsables públicos y otra para los informadores) y un estrado para la foto de familia con sus correspondientes banderas.

Responsables de la Junta y del Ayuntamiento colaboraron estrechamente en los preparativos y el protocolo, y todo ello se coordinó con la Policía Nacional para establecer un fuerte dispositivo de seguridad en torno al Hospital de Santiago, en el que hubo que concretar la llegada de vehículos y salidas de emergencia, entre otras muchas cosas.

Todas las partes quedaron satisfechas con el desarrollo de la jornada. Representantes de la Junta destacaron la buena organización y que se cuidara hasta el último detalle, mientras que desde el Ayuntamiento se subrayó que Úbeda fuera sede de uno de estos encuentros itinerantes del Consejo de Gobierno cuando aún hay capitales de provincia andaluzas que no lo han sido. Como agradecimiento, la alcaldesa entregó al presidente y a todos los consejeros una botella de aceite de oliva virgen extra de calidad superior presentado en un bello estuche, así como un cuaderno de notas con el emblema de Úbeda y Baeza, Patrimonio de la Humanidad. El mismo logotipo lucieron los bolígrafos que utilizaron todos los participantes en la reunión de trabajo. Un detalle con el que quizá se les quiso transmitir, aunque fuera de forma subliminal, que anotaran bien los proyectos referentes a ambas ciudades.

Los responsables de la Junta de Andalucía no solo conocieron el centro cultural Hospital de Santiago, donde se desarrolló la reunión, pues tuvieron la oportunidad de recorrer otros lugares de la localidad desde su llegada la noche anterior. Se hospedaron en el Parador de Turismo, un bello palacio renacentista situado en plena plaza Vázquez de Molina, por lo que pudieron disfrutar del enclave más importante de Úbeda, donde se concentran sus principales monumentos y que es el mayor exponente del Renacimiento andaluz.

Durante la noche previa, Juanma Moreno se fotografió con algunos ciudadanos que se lo cruzaron paseando y le reconocieron, y varios consejeros incluso pasaron por el Hospital de Santiago, donde se desarrollaba un espectáculo del Festival Internacional de Música y Danza, para saludar a su director, Diego Martínez. Estuvieron recorriendo la ciudad antes de disfrutar de la gastronomía local en la cena programada. Eso sí, una parte del gobierno se citó en un restaurante y el resto en otro.