Jueves Santo en la calle y de templo en templo

Como si de una necesidad implantada genéticamente se tratara, los ubetenses se echaron ayer a la calle para vivir un Jueves Santo de trasiego, de templo en templo, para visitar a los titulares de las distintas cofradías, sobre todo las que ayer tenían que haber procesionado. Estas, además, desarrollaron diferentes actos alrededor de los horarios en los que debían haberse abierto las puertas para salir.

Fue el caso de la Cofradía de Nuestro Señor de la Oración en el Huerto y Nuestra Señora de la Esperanza, que por la mañana tuvo estación de penitencia en San Pablo con intervención de una representación de su banda de cornetas y tambores y de la Sociedad Filarmónica Nuestra Señora de Gracia. Además se entregaron las medallas a los nuevos hermanos y diplomas a quienes han cumplido 50 años en la hermandad.

A la Cofradía de Nuestro Señor en la Columna y María Santísima de la Caridad le llegó el turno por la tarde en su capilla de San Isidoro, muy transitada en estos días y donde hubo algunas ofrendas florales. Y volviendo a San Pablo, minutos más tarde se materializó un acto litúrgico de oración de la Real Cofradía del Santísimo Cristo de la Humildad y Nuestra Señor de la Fe que incluyó la interpretación de las marchas de sus titulares y la presencia de una representación de su banda de romanos, con posterior celebración de los oficios.

Respecto a la Cofradía del Cristo de la Buena Muerte, se reunió en la iglesia de San Miguel de los padres Carmelitas Descalzos por la noche para celebrar la hora santa. Y la Hermandad Franciscana y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Señor en su Sentencia y María Santísima de las Penas, tuvo por la mañana ofrenda floral y acto litúrgico de los jóvenes de la cofradía e imposición de las medallas, y por la tarde santos oficios y hora santa, todo ello en Santa Teresa.