Lolo Fernández bajó el telón del Festival de Clown y Circo 'Cucha de otoño'

Para la clausura se contó con el linarense Lolo Fernández, quien presentó su espectáculo 'Piano, piano', en el potencia su papel de clown excéntrico musical. Para ello cuenta con la inestimable colaboración del pianista danés Morten Jespersen. Y, cómo no, también con la del público, al que logra involucrar desde el minuto uno. Impresiona su facilidad de utilizar el patio de butacas como uno de los recursos más importantes de la función. Saca partido hasta de donde no hay.

De entre todas las virtudes escénicas de Lolo Fernández, quizá la más destacable sea la naturalidad con la que consigue que nadie vea en escena un personaje, sino a una persona. Porque todo en él parece real (quizá lo sea). Transmite verdad y hace que la representación no sea tal, sino una sucesión de ocurrencias que va materializando sobre la marcha, aunque detrás lleven muchas horas de preparación, muchos kilómetros y muchas tablas. Todo es imprevisible en un espectáculo que está muy bien atado y trabajado.

Da forma así a un concierto absurdo en el que todo tiene cabida. Por caber, cabe hasta el propio Lolo dentro del piano. Y nunca parece llegar el serio recital prometido, porque no cesan de cruzarse locuras como juegos, trucos, canciones e incluso un número de ballet. Aunque finalmente la música suena. Y vaya si suena. Porque el entrañable protagonista, por si fuera poco, es un virtuoso de la flauta travesera.

Y con música finalizó el Festival de Clown y Circo en su versión de otoño y de sala que ya tiene al público con la mirada puesta en su versión de primavera y de calle. Para una ciudad como Úbeda es todo un lujo contar con dos ciclos anuales de esta temática y de este calibre, gracias a Paco Pacolmo, responsable de la programación, la Asociación de Amigos del Circo de Úbeda y el área de Cultura del Ayuntamiento de la localidad.