Sin maletas no hay paraíso

Es lógico. Mientras las personas no puedan viajar entre provincias, no tiene mucho sentido tener camas disponibles en los alojamientos y otros servicios activos en las ciudades para los visitantes. Esa es la realidad a la que se enfrenta en estos días el sector turístico en el 'Paraíso Interior' jiennense. Y esa es la razón principal, que no la única, por la cual ciudades como Úbeda, como tantas otras, siguen sin hoteles pese a que su apertura está permitida desde ayer lunes.

No hay clientes y, por los costes, resulta totalmente inviable reanudar la actividad. Y lo peor es que se sospecha que esta situación se alargará durante algún tiempo más, incluso aunque se avance a una fase en la que esté permitida la llegada de viajeros. Porque el turismo también necesita oferta complementaria, por ejemplo cultural o gastronómica, y eso está aún muy en el aire. Además, implica mucho de tranquilidad y bienestar, algo que igualmente tardará en llegar. Y es que, el miedo será otro componente al que tendrá que hacer frente el sector.

En Úbeda los hoteles tardarán en abrir. Sus responsables, al menos todos con los que esta redacción ha contactado en las últimas horas, ni siquiera han podido avanzar una posible fecha de reactivación. En la mayoría de los casos manifiestan que dependerá de cómo avancen los acontecimientos. Como los últimos dos meses, lo que queda de mayo lo dan por perdido y todo apunta a que junio también. Y en algún caso solo ven algo de luz de cara a julio.

«En nuestro caso estamos pendientes de mantener una reunión a lo largo de esta semana para analizar la situación pero, si no se puede viajar entre provincias, abrir es inviable», comenta Manuel Peñas, subdirector y responsable del departamento de habitaciones del Hotel RL Ciudad de Úbeda, uno de los alojamientos más veteranos y consolidados en la ciudad Patrimonio de la Humanidad. Nos atiende desde su casa, que es donde nos rebota el desvío de llamada aplicado al número de teléfono del hotel.

Tal y como cuenta, hasta el fatídico 14 de marzo en el que se decretó el estado de alarma, todo iba viento en popa y creciendo en cuanto a reservas. «No era ni normal», afirma al recordar que durante enero, febrero y la mitad de marzo los sábados llegaron casi al cien por cien de ocupación en sus 96 habitaciones. «Úbeda viene destacando mucho en los dos últimos años», añade. Pero todo eso y las buenas perspectivas para un año que podía haber sido histórico, se vino abajo por el coronavirus, que trajo consigo un caos de cancelaciones masivas y pérdidas.

Y no solo en lo referente a alojamiento. También en lo que respecta a eventos, celebraciones y congresos, otro de los pilares sobre los que se apoyan establecimientos como el Hotel Ciudad de Úbeda. Por ejemplo, bodas, bautizos o comuniones están en el aire, a la espera de conocer normas, sobre todo en lo referente a aforos. Y aunque las empresas del ramo están dispuestas a ofrecer el servicio en las mejores condiciones, los organizadores prefieren esperar a ver qué pasa.

«Todo el mundo está perdido, pero nuestra premisa, al menos, es abrir cuando se pueda y funcionar poco a poco», reconoce Manuel Peñas, quien recuerda especialmente a sus compañeros, una plantilla compuesta por más de treinta personas más los extras. Tal y como asegura, reabrir el hotel implica poner en marcha todos sus servicios y turnos para ofrecer la mejor atención al cliente, junto con las preceptivas normas de higiene y seguridad ahora añadidas. Y todo eso conlleva unos costes que será difícil asumir. De momento, las reservas a través de diferentes plataformas las tienen desactivadas hasta el 1 de junio.

Pese a todo, entre tanta incertidumbre, Peñas no pierde la esperanza de recuperar pronto cierta normalidad. Espera así que en el mes de julio Andalucía se anime y el turismo en este 'Paraíso Interior' que es Jaén, mucho más tranquilo y menos masificado, sea una buena alternativa a las playas. En el caso del Hotel Ciudad de Úbeda jugarán la baza de su piscina y de todo lo que ofrece de patrimonio y naturaleza tanto la localidad como su entorno. Pero, de momento, aún debe pasar algún tiempo hasta que vuelva a verse movimiento de maletas.