Manuel ya tiene su silla

Cuando recibió la buena noticia en los últimos días, Domingo, su hermano y cuidador, seguía movilizando paisanos y vendiendo el libro 'Los niños y las flores' sobre sus últimas vivencias como aventurero y montañero, con el objetivo de dedicar todos los beneficios obtenidos a la silla que necesitaba Manuel para volver a moverse con cierta independencia. Ese era el reto que se marcó hace meses cuando el trabajo ni siquiera había entrado en imprenta y después de un año dándole vueltas a la forma de conseguir los 9.000 euros que le hacían falta, de lo cual dimos cuenta en las páginas de IDEAL.

Ahora, toda vez que gracias al SAS ha conseguido acortar el camino, ha decidido no cambiar el objetivo solidario de su libro, en deferencia también a las personas que han colaborado y lo han adquirido y a las que pudieran hacerlo. Así, los fondos logrados con la venta de toda la tirada seguirán sirviendo para mejorar la calidad de vida de Manuel, atendiendo a sus necesidades.

Tal y como nos contó el propio Domingo, aunque su casa está adaptada en muchos aspectos a la situación de su hermano, tiene diferentes carencias. Así, la ayuda recibida de tanta gente irá a otra causa no menos importante, como es la instalación de un raíl automático eléctrico en el techo de la vivienda que, mediante un sistema de arneses, servirá para levantar a Manuel de la silla y trasladarle hasta el cuarto de baño, facilitando tareas como la ducha o el momento de vestirlo. Ello mejorará también las condiciones de Domingo, su cuidador, quien tiene que hacerlo todo a pulso.

Domingo nos trasladó estas novedades, primero por la alegría que sentía, y después porque quería transmitirlas a sus paisanos, a tanta gente que se ha hecho eco de su llamamiento, ha colaborado directamente o ha mostrado su intención de hacerlo. Por eso también lo contó en sus redes sociales. «Muchas gracias por vuestro esfuerzo y colaboración en esta causa», escribió, recordando que el libro sigue estando a la venta.

Manuel depende de los cuidados de Domingo, pues padece tetraparesia a consecuencia de poliomielitis. Se la detectaron con seis meses. Ahora tiene 58 años. Y depende de una silla de ruedas motorizada para moverse con cierta libertad. Es una persona alegre, positiva, activa, participativa, cariñosa… No es raro verle actuar con ese fantástico grupo de actores y actrices con diversidad funcional creado en la Escuela Municipal de Teatro 'Ricardo Iniesta' que ha hecho de las artes escénicas la mejor herramienta para la inclusión. Le gusta salir a la calle cuando hace buen tiempo, dar una vuelta y, en definitiva, sentirse independiente, prescindiendo de la ayuda de Domingo aunque sea por un rato.

Pero la situación de Manuel se complicó hace dos años tras ser sometido a una intervención quirúrgica en la zona de las vértebras superiores por una lesión en las cervicales a consecuencia de mielopatía compresiva. Y es que, debido a ello perdió la movilidad de la mano derecha, la única que le permitía manejar su silla motorizada.

La solución es una silla especial que se adapta a sus circunstancias, ya que se maneja con sensores en la parte lateral y trasera de la cabeza. Las pruebas iniciales que realizó un especialista demostraron que era viable la adaptación. Y ahora, gracias al SAS y a las gestiones del hospital de Úbeda, personificadas en José Espinar, del servicio de atención al ciudadano, podrá disponer e ella.