Una medalla de oro y un concierto de piano en memoria de Diego Martínez

Esta vez los aplausos que sonaron en el auditorio del Hospital de Santiago fueron para él, para quien hizo posible que sobre ese mismo escenario posaran sus pies algunas de las figuras y formaciones más importantes de la música, nacionales e internacionales, para quien fue responsable y testigo directo de tantos encuentros y ovaciones, para quien puso a Úbeda en el mapa de los grandes festivales de España. Esta vez los discursos fueron para ensalzar la labor y la influencia de Diego Martínez. Y aunque él no pudo escucharlos, ahí estuvieron sus amigos, sus Amigos de la Música, y su viuda, Nuria Montoro, para representarle y honrar su memoria con la mirada hacia el cielo.

La Asociación Cultural Amigos de la Música, que promueve el Festival Internacional de Música y Danza 'Ciudad de Úbeda', hizo entrega de su Medalla de Oro a Diego Martínez como homenaje y reconocimiento a quien fuera presidente del colectivo y director del festival, fallecido en noviembre del pasado año por la Covid-19. Quine tantas veces se encargó de entregar este galardón a tantas grandes personalidades lo recibía esta vez a título póstumo.

Antonio Fuentes, presidente la asociación, y Antonia Olivares, alcaldesa de la ciudad, entregaron la distinción a Nuria Montoro, quien tras una larga ovación y visiblemente emocionada mostró su más profundo agradecimiento. «Diego amaba Úbeda por encima de cualquier cosa. Ya sabéis el cariño que tenía por Úbeda, su música, su ciudad y su gente», dijo mientras con los dedos acariciaba la medalla.

«Ha sido el reconocimiento más unánime y doloroso por la desaparición repentina de un amigo. Los motivos son tantos y tan reconocidos para esta Medalla de Oro que no es necesario explicarlos», afirmó Ricardo Villarreal, secretario de la asociación, tras dar lectura al acta de concesión. Y Antonio Fuentes quiso representar a los directivos del colectivo, sus compañeros, y se dirigió directamente al homenajeado, su buen amigo, remarcando así que sigue presente en la asociación, en el festival y en Úbeda: «vamos a venerar tu memoria siempre, mientras podamos y tengamos fuerzas. Queremos que allí donde estés nos insufles el impulso necesario para que tu obra, la asociación y este festival lleguen a cotas como las que se alcanzaron cuando estabas entre nosotros, e incluso se superen».

Por su parte, Antonia Olivares elogió la figura de Diego Martínez. «Creo que el mejor homenaje es que Amigos de la Música, su segunda familia y unión de personas en las que él se sentía reflejado, le entregue la máxima distinción que puede dar: la Medalla de Oro. Esa pequeña medalla simboliza muchísimo el cariño y el amor que la asociación le tiene a Diego, que va a ir creciendo con el tiempo. Nuria, te llevas un pedazo de corazón en esa medalla y esperamos que te sirva para recordarle. Diego demostró que, por mucho éxito que tuviese, trabajaba para su ciudad y siempre fiel a su origen, a Úbeda y a su asociación, base inspiradora para su trabajo. Diego es el máximo exponente de lo que la cultura significa para Úbeda», expuso desde el atril.

Aunque quien puso el corazón de los presentes en un puño fue Macarena Humanes, vicepresidenta de Amigos de la Música y una de las manos derechas del homenajeado (porque Diego era de tener mucha mano izquierda y muchas manos derechas). En su intervención pidió a todos los asistentes que evocasen un momento compartido con Diego Martínez y recordó los múltiples aspectos de su figura, como su capacidad, su talento, su cordialidad, sus ganas de disfrutar de la vida, su constancia, su habilidad para transmitir la emoción que le provocaba la música o su modo de hacer a otros partícipes de un proyecto. Pero, sobre todo, la manera en la que generaba unión entre personas, siendo éstas a veces muy diferentes.

«Diego perteneció a la asociación desde su constitución, aportando su total compromiso con el firme convencimiento de que la actividad del colectivo catapultaría a la ciudad como referencia musical y cultural. Supo que sería posible con el capital social de los socios, a quienes trataba con cuidado y esmero. Logró forjar lazos entre las personas y un bello entramado que da sentido al proyecto de la asociación. Era un buen hombre, una buena persona. Queremos agradecer que haya sido parte de nuestra vida y nosotros de la suya. Deja una huella que nos comprometemos a perpetuar», aseguró.

Después de los aplausos, los discursos y alguna lágrima, tomaron la palabra las manos de Javier Perianes, buen amigo de Úbeda y su festival, considerado el pianista español más internacional, quien protagonizó un extraordinario concierto, también en homenaje a Diego Martínez. El propio músico reconoció previamente que había tenido la oportunidad de comentar este programa con Martínez, quien se empeñó en que sonara en Úbeda. Y así lo decidieron ambos. De esta forma, lamentó que su buen amigo no pudiera estar entre el público viendo el resultado. Pero actuó sabiendo que le habría encantado. El concierto se presentó bajo el título 'El amor y la muerte' y fue un viaje sonoro y emocional en el que el público pudo disfrutar de obras de Beethoven, Chopin, Granados, Liszt o Wagner.