Alberto Román
Úbeda
Lunes, 17 de junio 2019, 13:41
Cultura y comercio se volvieron a dar la mano en las calles de Úbeda con la 'Noche de compras' que organizaron al alimón la Asociación Amigos de la Música y la Asociación Local de Comercio, Industria y Servicios 'Alciser'. Una actividad que sirvió para poner el punto y final a la trigésimo primera edición del Festival Internacional de Música y Danza 'Ciudad de Úbeda'.
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El ambiente no faltó gracias a los pasacalles, conciertos y otros espectáculos, aunque en lo comercial se notó que el formato ha perdido fuerza. Para los establecimientos no es rentable alargar la hora de cierre hasta las doce de la noche y para el público no resulta atractivo comprar a deshoras en condiciones similares a las de cualquier otro momento, con lo que la propuesta pierde sentido. Y al no haber ventas significativas, pues tampoco funcionan las actividades aparejadas a las mismas, como los sorteos. La iniciativa precisa una revisión y mayores incentivos para las dos partes, comerciantes y clientes.
Respecto a la parte cultural, dos charangas, Los Pizarrines y U-Black, se encargaron de llevar la música por las principales calles comerciales de la localidad, mientras que en mitad de la Trinidad estuvo el saxofonista ubetense Alberto Navarrete interpretando versiones de grandes clásicos de la música pop.
Por otro lado, se repitió una curiosa actividad consistente en la colocación de un piano de cola en mitad de la calle (confluencia de Cronista Cazabán y Mesones), en el que todo el que lo deseó pudo demostrar su virtuosismo. Hubo repertorio para todos los gustos. Y en un rincón de la plaza de Andalucía, la alambrista Irene de Paz presentó su espectáculo 'La madeja', que incluyó diferentes números de equilibrio sobre el tenso cable.
La velada finalizó en el centro de la citada plaza con el concierto de Rosario La Tremendita, que cerró el segundo Ciclo de Músicas Urbanas y, con él, el propio Festival Internacional de Música y Danza 'Ciudad de Úbeda'. Esta joven artista está consiguiendo revolucionar el flamenco, del que no olvida las raíces ni la pureza. Bajo eléctrico en ristre, aporta y fusiona estilos musicales propios, que hacen al público volcarse en su arte. Y es que, es una cantaora que interpreta con gran altura tanto los cantes libres como los de compás, lo que le ha valido para obtener importantes premios.
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