Alberto Román Vílchez
Miércoles, 11 de mayo 2016, 13:15
Pero además de los riesgos que suponían en cuestiones de seguridad y salubridad, los vecinos temían que volvieran a ser ocupadas, complicándose todo a la hora de buscar una solución que pudiera servir también para empezar a dar dignidad a este entorno situado en pleno centro histórico de la ciudad Patrimonio de la Humanidad.
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IU se hizo eco de las quejas vecinales en la comisión de Urbanismo y el Ayuntamiento inició los trámites oportunos para declarar estos inmuebles en ruina, todo lo cual se comunicó a la Junta como propietaria de las casas. Y ante la falta de una respuesta con la urgencia necesaria, hace unos días el propio Consistorio inició las labores de demolición controlada mediante varios operarios que estuvieron hundiendo tabiques y techos en el interior.
Al respecto, el concejal de Urbanismo, José Manuel Gómez Cobo, criticó que la Delegación de Obras Públicas no asumiera sus responsabilidades.
No obstante, a pesar de que comenzaron los trabajos, los vecinos alertan ahora que éstos se han visto paralizados y que el riesgo de desprendimientos es mayor toda vez que las cosas se han quedado a medias y las estructuras debilitadas. «Los martillazos sólo se oyeron un día, y después los albañiles se fueron y no han vuelto», aseguran, a la vez que piden que se resuelva todo de una vez.
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