La calle Jódar vuelve a ser de doble sentido y los vecinos no están dispuestos a permitirlo

Así, hasta que no finalicen las intervenciones no se podrá bajar por esta vía que une el último tramo de la calle San Francisco con la antigua carretera de Jódar. Por este motivo, y para poder dotar de mayor fluidez al tráfico en esta zona, como alternativa se ha habilitado el doble sentido en la calle Jódar, arteria principal del barrio del Comendador, que permanecerá así hasta la finalización de la campaña de recogida de aceituna. Con ello, además, en esta vía se ha prohíbido el aparcamiento entre los números 56 y 86.

Según se ha manifestado desde el Consistorio, la reapertura al tráfico del camino de El Comendador tendrá lugar a la mayor brevedad y tan pronto como sea posible, una vez que finalicen los arreglos que ya han comenzado. Además, se ha agradecido la colaboración de los usuarios de estos caminos y se han pedido disculpas ante cualquier posible molestia que estos cortes puntuales puedan suponer. Si bien, se ha recordado que todas estas mejoras redundarán en el beneficio posterior de los usuarios de estas vías, en especial de cara a la próxima campaña de recogida de la aceituna.

Malestar vecinal

El hecho de que la calle Jódar vuelva a ser de doble sentido no ha gustado nada a los vecinos del barrio del Comendador. Puestos en contacto con IDEAL, algunos de ellos mostraron su malestar al asegurar que han estado muchos años esperando que la calle estuviera arreglada y el tráfico bien ordenado y sin tractores para que ahora todo vuelva a ser como antes.

Y es que, afirman que el paso de maquinaria agrícola volverá a destrozar el asfaltó e incluso las infraestructuras subterráneas. No en vano, en las últimas semanas han existido hasta cinco roturas de la red de agua que han obligado a levantar la calle en varios puntos para reparar las averías. Por otro lado, los vecinos critican que el doble sentido de la calle Jódar entorpecerá el tránsito, pues es demasiado estrecha, molestará a los habitantes de las viviendas colindantes y además reducirá el número de plazas de aparcamiento.

De esta forma, los vecinos dicen estar dispuestos a tomar medidas de presión en cuanto vean pasar un tractor por la calle, planteándose incluso cortarla con sus propios vehículos.