El Blanquillo abrirá sus puertas como hotel tras cinco años de cierre

La empresa responsable de esta reapertura está formada por varios empresarios hosteleros. El cabeza visible es Manuel Muñoz Cobo, quien ya gestionaba en la ciudad ubetense el hotel Las Casas del Cónsul, situado en el entorno de la plaza del Marqués, aunque cerró sus puertas recientemente (ahora acoge una residencia de mayores) ante la llegada de este nuevo proyecto de mucha mayor envergadura que lo sustituye con más y mejores servicios (por eso lleva el mismo nombre).

Durante más de año y medio de obras, sus responsables le han dado a El Blanquillo un nuevo aire, con una mejora integral de todas las instalaciones, las cuales además han sido adaptadas a la normativa actual de este tipo de establecimientos. Como conocedores del sector que son, los nuevos adjudicatarios han tenido en cuenta las demandas de los turistas, es decir, lo que esperan encontrar cuando llegan a un alojamiento de este tipo situado en una localidad Patrimonio de la Humanidad.

Cuatro intentos

El Blanquillo fue adjudicado oficialmente a la empresa Carmen Hosting en febrero de 2010. Así lo aprobó el pleno de la corporación, dando por definitivo el cuarto intento de adjudicación de este establecimiento hotelero de propiedad municipal que entonces ya llevaba cerrado al público tres años, pese a estar montado y equipado.

Hubo una primera apertura que acabó sólo unos meses después (en enero de 2007) cuando la empresa dejó de pagar a la compañía de electricidad, lo que derivó en un corte en el suministro y, por tanto, en un cese de la actividad. Así, toda vez que incumplió su parte del contrato, el Ayuntamiento decidió darlo por resuelto y ordenó el desalojo.

Renuncia y adjudicación

El segundo intento se quedó en convocatoria, pues no hubo empresas interesadas en concursar. Y el tercero fue el que acabó con la renuncia de un empresario catalán pese a que había logrado la adjudicación definitiva. Así, se llegó a Carmen Hosting, sociedad que quedó en segundo lugar en el último concurso público convocado por el Ayuntamiento y que logró la concesión después de la renuncia del primer adjudicatario.

En base a la normativa de este tipo de procedimientos, el Consistorio pasó la propuesta a la segunda oferta más valorada, que debía mantener las mejoras presentadas inicialmente al pliego de condiciones. Y como así fue, el tema se pudo elevar a pleno.