Tejas con nombre propio para empezar la iglesia por el tejado
Surge una original iniciativa que apela a la colaboración ciudadana para restaurar y garantizar la conservación de uno de los templos con más solera de la localidad. La cofradía de Nuestra Señora de la Soledad y María Magdalena (Sociedad Benéfica de Albañiles) de Úbeda ha puesto en marcha la campaña denominada 'Salvemos el torreón de San Millán' con la que se pretende rehabilitar la cubierta de la emblemática torre-campanario, ejecutada a finales del siglo XIII.
Alberto Román Vílchez
Miércoles, 11 de mayo 2016, 15:39
Se trata de una nueva muestra del interés que tiene la hermandad por poner en valor la iglesia en el que residen sus imágenes titulares. No en vano, la Soledad ha promovido en repetidas ocasiones las más diversas intervenciones que mantienen el inmueble y sus dependencias anexas en las mejores condiciones posibles, siempre echando mano de las aportaciones desinteresadas de los hermanos y colaboradores, traducidas en materiales o en mano de obra. Esto demuestra que frente a las limitaciones económicas planteadas normalmente desde la Iglesia y desde las administraciones, la mejor forma de mantener un templo (y más aún si tiene un valor patrimonial) es darle uso y permitir que dependa en parte de una colectividad que lo asuma como propio.
Aunque pueda sonar raro, en el caso de estas nuevas obras se trata de empezar la casa por el tejado, pues todo aquel ciudadano que quiera contribuir a la rehabilitación del inmueble podrá hacerlo mediante la donación de una o varias de las tejas que se han diseñado para la ocasión y cuyo coste es de 20 euros. Con ello se pretende conseguir la totalidad de las piezas cerámicas de estilo tradicional necesarias para cubrir la torre, y a la vez lograr el dinero que conlleve la intervención.
Tejas con nombre propio
A cambio, quienes colaboren recibirán como recuerdo una teja en miniatura sobre una peana de madera y con una placa conmemorativa, a modo de agradecimiento, y verán su nombre grabado en la teja adquirida y donada, que quedará para los años venideros en la cubierta de la iglesia. Pueden ser personas a título individual, familias, empresas, instituciones... Lo que pretende la cofradía con este detalle es preservar en la historia la generosidad de las personas que ayudaron en su momento a salvar este dañado torreón.
En cuanto a las tejas, sólo hay un modelo con unas dimensiones concretas marcadas por expertos en la materia, con el objetivo de preservar la unidad estética del edificio, y más aún al ser un bien protegido y encontrarse en una zona del casco histórico ubetense. De estilo árabe tradicional, han sido diseñadas y elaboradas por el joven alfarero y hermano de la cofradía Melchor Tito en base a las originales existentes. Se pretende que lleven una capa de esmalte vidriado, lo que dará más vistosidad y espectacularidad a la cubierta una vez se reforme. Aunque este detalle está a la espera del visto bueno de Patrimonio.
Necesidades
La iglesia de San Millán necesita esta actuación. El hermano mayor de la cofradía, Francisco López Marín, que además es arquitecto técnico de profesión, ha advertido que, de momento, no existe ningún peligro estructural en el torreón, pero «sí puede derivar actualmente en un importante riesgo, ya que pueden precipitarse tejas a la vía pública dado el mal estado de las mismas y provocar así un accidente a cualquier viandante que pase por la zona». De hecho, existen precedentes recientes en los que incluso tuvieron que intervenir los bomberos.
López Marín ha explicado y detallado los daños que presenta la cubierta del torreón-campanario de San Millán. En primer lugar, ha señalado la existencia de manchas producidas por la filtración de agua desde la propia cubierta. «Esta humedad aun no ha provocado el deterioro de vigas interiores, que conforman su estructura, aunque posiblemente sí existan algunas tablas puntualmente dañadas o podridas de las que forman el tablazón», asegura, añadiendo que «el paso del tiempo y si no se actúa y repara la cubierta se podrían provocar un colapso sobre la base del campanario».
Igualmente, López Marín ha comentado que la pequeña ventana existente en el tejado del torreón, que sirve de huida y acceso a la cubierta, es «un foco de humedad», por lo que sería necesario eliminarla y realizar la cubierta completa a cuatro aguas, sin este punto conflictivo y con riesgo de dar problemas.
Palomas y falta de impermeabilización
Otro agente que ha influido en el estado de deterioro en el que se encuentra la cubierta es el conjunto de palomas que habitan en el torreón. Estas aves anidan, pisan y revolotean en el tejado y en el interior, provocando el levantamiento y la descolocación de las tejas que forman el material de cubrición del campanario. A todo esto se añade la ausencia de impermeabilización, ya que en la época de su construcción no existían este tipo de soluciones constructivas. La idea es aplicar una capa impermeable que suponga una estanqueidad completa frente a las lluvias.
Las obras
Para resolver todo esto, lo que en primer lugar se tiene que llevar a cabo es el montaje de un gran andamio que permita acceder a la cubierta del torreón. Es algo complicado y aún no se ha decidido totalmente si se hará desde el suelo o en altura colocando unas vigas metálicas voladas.
Una vez solucionado esto, el siguiente paso es desmontar la teja en su totalidad. Posteriormente, se limpiará el entablado de madera, procediendo si fuera necesario a su reparación. Y después se aplicará una capa de mortero. A continuación se pondrá una lámina impermeabilizante y finalmente se colocarán las tejas elaboradas por Melchor Tito.
San Lorenzo, San Pedro y Santo Domingo
El nuevo párroco de San Pablo (de la que depende San Millán), Antonio Baeza, se mostró ilusionado con este proyecto esperando que sea una muestra de cómo un pueblo cuida su patrimonio. En su opinión, si todos los edificios de la iglesia estuvieran en manos de una institución o colectivo (como ocurre con San Millán y la Soledad) se garantizaría su salud. Con ello mostró su pesar por el estado en que se ha encontrado otros templos (y monumentos) ubetenses como San Lorenzo, San Pedro o Santo Domingo.
¿Cómo colaborar?
Las personas que quieran contribuir en esta campaña podrán hacerlo poniéndose en contacto con la cofradía a través de algún miembro de la directiva o mediante su página web y sus perfiles en las redes sociales, o bien dirigiéndose a la iglesia de San Millán (los domingos), a la casa de hermandad del número 5 de la avenida Antonio Machado (los viernes por la tarde) o a la propia alfarería Melchor Tito de la calle Valencia. También se esta estudiando la posibilidad de habilitar puntos de venta en tiendas, cafeterías y comercios de confianza de la cofradía y colaboradores habituales. La respuesta está siendo muy satisfactoria y en solo unas horas se han recibido decenas de solicitudes.
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