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Un ubetense que soñaba con hacer guitarras

Un ubetense que soñaba con hacer guitarras

Pasión por la guitarra. Eso es lo que siente y vive intensamente Paco Orcera Expósito, Paco 'Chorobo'. Tanto que, no contento con ser un excepcional guitarrista, este ubetense decidió que debía saber más sobre el instrumento, llegar a su esencia, conocer sus secretos, hasta tal punto que ha acabado convertido en constructor de guitarras artesanales, hechas totalmente a mano y a medida. Para ello dejó atrás siete años de trabajo en el campo de la Telemática, a la que se dedicó tras finalizar sus estudios en la universidad.

Alberto Román Vílchez

Miércoles, 11 de mayo 2016, 15:59

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En algo más de un año, desde abril de 2013 que instaló su taller de forma oficial en Úbeda, y gracias a su buen hacer, ha logrado llamar la atención de instrumentistas y distribuidores que buscan algo exclusivo, único y, a la vez, de la mejor calidad. Y esto le ha llevado a ser uno de los invitados de la Shanghai Guitar Expo, una de las más prestigiosas ferias dedicadas a la guitarra y a sus constructores que se desarrolló la pasada semana en China.

Antes de su marcha, Paco 'Chorobo' atendió a IDEAL en su taller. Sin levantar la vista de su mesa de trabajo, pues debía ultimar algunos detalles en dos guitarras elegidas para mostrarlas en Shanghai, contaba que para él era todo un honor formar parte de este evento, un sueño hecho realidad. No en vano, sólo participaron diez luthiers de todo el mundo entre los que hubo dos españoles. Uno fue Paulino Bernabé, considerado entre los más consolidados artesanos de la guitarra en España y quizá el de mayor reconocimiento a nivel internacional. Y el otro fue el ubetense. «Es muy fuerte estar junto a gente que, antes de que yo naciera, ya recibía premios internacionales por sus guitarras, por lo que imagínate lo que supone para mí», narraba mientras acariciaba suavemente el mástil de una de sus creaciones con papel de lija.

Una oportunidad en Shanghai

Ante este panorama, Paco aprovechó para que viera su trabajo el mayor número de gente posible, para hacer contactos y, sobre todo, para aprender, «porque no siempre se tiene la oportunidad de estar junto a los grandes». Pero ¿cómo surgió esta oportunidad? Pues como tantas cosas en la vida de 'Chorobo', estando en el lugar correcto y en el momento oportuno, a base de ganarse la amistad y confianza de personas de este sector tan hermético que difícilmente abre sus puertas a cualquiera, frente a lo cual él utiliza como llave la humildad y la pasión por lo que hace.

En este caso concreto, a través de su distribuidor en China, Alberto Cuéllar, y de uno de los grandes constructores de guitarras, el granadino Marín Montero, conoció a Hanson Yao, responsable de Guitarras Altamira. Y éste, tras saber del trabajo del ubetense, no dudó en invitarle formalmente a la Shanghai Guitar Expo, oferta que no pudo rechazar y que se materializó con un viaje en avión acompañado de dos de sus guitarras y de una maleta llena de proyectos y sueños.

Guitarras únicas

Con la firma «Paco Chorobo. Guitarras artesanas. Úbeda (España)» tiene ya en la calle 21 guitarras y está empezando la número 22. A diferencia de otros constructores que usan unas características fijas para todas sus creaciones, el ubetense las hace al gusto del cliente en cuanto a maderas y otros materiales, decoración y accesorios. Cada guitarra es un nuevo reto, un nuevo proyecto al que se entrega intensamente. Por ello necesita su tiempo, difícil de calcular pues, a veces, las horas se multiplican. La media suele ser un mes de trabajo por guitarra. Lo más rápido posible serían nueve días de construcción del armazón y doce para todo lo demás. Aunque no conviene tener prisa porque la madera precisa su tiempo. También varían los precios: lo básico suelen ser unos 2.000 euros y a partir de ahí ya no hay límites porque todo depende de lo que pida el cliente.

Los materiales los adquiere gracias a los contactos conseguidos, ya que no es fácil hacerse de maderas que hayan pasado su proceso de secado (de años e incluso décadas), algunas de las cuales están muy protegidas y controladas. Suele usar ciprés, palo santo, abeto, cedro y ébano, aunque ha trabajado con otras, a veces más delicadas y caras, cuando así le ha sido requerido.

En distintas partes del mundo

Las 'Paco Chorobo' han viajado hasta Irán, Suiza o India, lugares de procedencia de algunos de los clientes que le hicieron encargos. Incluso hay una en el Tibet, desde donde un guitarrista flamenco natural de esta región asiática le pidió una guitarra con unos versos tibetanos incrustados en la madera. Y para Xian (China) envió la que denominó 'Black Pearl' (perla negra) toda vez que el comprador solicitó que estuviera rodeada de perla en sus cantos.

También hay guitarras con su firma en diferentes puntos de la geografía española, sobre todo en Valladolid donde Paco tiene a un magnífico guitarrista como cliente, quien no ha dudado en recomendarle a otros compañeros de profesión. El boca a boca entre instrumentistas le funciona, y esto es así porque el trabajo es realmente bueno.

Contando todo esto a IDEAL, Paco 'Chorobo' seguía trabajando sobre sus guitarras con todo tipo de instrumental para la madera, clavijas, golpeadores... «Está el día en que naces y luego el día en el que te das cuenta para qué» aseguraba, seguro de que éste es el oficio perfecto para él, que además de 'manitas' (de pequeño llegó a reparar una guitarra rota que había en su casa) siempre ha sido muy creativo. No obstante, antes de ponerse manos a la obra, «antes de tocar la primera madera», estuvo tres años estudiando teoría. Con esa base, hizo después un curso práctico de dos semanas en Cádiz con el luthier ya fallecido Rafael López Porras. A él y a otros cuantos artesanos les tiene que agradecer que le transmitieran sus conocimientos pues «curiosamente en España, el país de la guitarra, es difícil aprender y existe mucho hermetismo».

Así llegó a construir su primera guitarra, a la que le tiene un gran cariño, hasta tal punto que es con la que compone, practica y graba. A partir de entonces ha ido definiendo su propio estilo como luthier y artesano, consiguiendo hacer realidad su sueño. Y a partir de ahora, ¿qué espera de la vida?: «seguir construyendo, seguir tocando y seguir componiendo» (que no es poco). Y con esas palabras rondando por su cabeza se quedó en su taller, sumido en su trabajo, lijando pequeñas imperfecciones, ajustando trastes... soñando con nuevas guitarras que vendrán, la 22, la 23, la 24... construidas para crear música. Nada más y nada menos.

Un virtuoso guitarrista

Además de luthier, Paco 'Chorobo' es un virtuoso guitarrista y compositor. Según contaba recientemente a IDEAL, de joven escuchaba mucha música hasta que le dejaron una cinta de Camarón y para él ya no hubo otra cosa que el flamenco. En los campamentos de verano en La Barrosa, un monitor que 'aporreaba' la guitarra le enseñó su primer acorde. Al año siguiente, Paco ya le daba a las cuerdas como para dejar con la boca abierta al 'aporreador'. Para ello se formó inicialmente con Rafael Guerrero 'Perejil', ante quien le llevó su padre. Respecto a su primera guitarra, fue regalo de su hermana.

Formó parte de un coro rociero y aprovechaba los descansos en los ensayos para seguir aprendiendo cosas nuevas. Se ponía cintas de flamenco y él sólo buscaba los acordes, elaborando de forma autodidacta el vocabulario de acompañamiento al cante, todo ello muy despacio, a base de tesón, lo que le hizo desarrollar mucha intuición, algo muy importante para dar la réplica a un cantaor. Al respecto, mucho le debe a Francisco Delgado 'El Tato', que confió en él cuando aún estaba en pleno proceso de aprendizaje.

Vinieron luego unos años en los que dio algo de lado al flamenco, pues militó en una orquesta y en un grupo de pop-rock, lo que le permitió coquetear con otras músicas y soltarse con la guitarra eléctrica y el bajo. Hasta que llegó el cantaor Ángel Valderrama y le dio la oportunidad de poner en práctica lo que 'Chorobo' había empezado a componer. Después, viviendo una temporada en Granada, el prestigioso bailaor Óscar Quero le encargó la música para uno de sus espectáculos completos. También lo ficha para tocar en su academia de profesores.

A partir de ahí, no han parado de surgir oportunidades de tocar en escenarios, discos y escuelas de danza (como la de Maite Galán) y de componer (para él y para otros artistas, tanto en el cante como en el baile). Genio y figura.

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