Pikikis a la fuga

Se trata además de un momento especialmente delicado para el clan, poco después de que nueve de sus miembros fueran condenados a penas de más de tres años de cárcel por tráfico de drogas (recurrieron al TS), y en vísperas de que varios sean juzgados por su supuesta participación en un tiroteo en 2008, la mayor balacera que se recuerda en la provincia de Jaén en la guerra contra el clan rival de los mallarines. Los pikikis ahora desaparecidos estaban implicados en algunos de estos asuntos. O en ambos.

Antonio y Manuel M.C. fueron condenados en julio de 2010 por un incidente en una discoteca de Úbeda donde causaron cuantiosos daños tras darle una paliza a un hombre. Se declararon culpables para conseguir un acuerdo de conformidad, ya que se jugaban hasta diez años entre rejas. Les cayó año y medio, que les quedó suspendido a condición de que no volvieran a cometer delitos en varios años.

Deuda

Sin embargo, unos meses después de esa condena, el 17 de noviembre de 2010, y en compañía de su pariente Armando M.C. fueron condenados de nuevo por cobrarse una deuda por las bravas: le dieron una paliza a un hombre para cobrarse un coche y lo amenazaron de muerte. La condena fue por realización arbitraria del propio derecho y se quedó en multa de 8.000 euros.

La Policía Nacional patrulla ahora por la zona de las Eras del Alcázar de Úbeda, última residencia conocida de los tres fugitivos. Aunque no solo por ellos. El próximo 20 de abril comienza el juicio por el tiroteo de 2008 con los mallarines (para el que está citado como acusado alguno de los fugitivos). Desde hace semanas está previsto un dispositivo especial de seguridad, pues ha fracasado la posibilidad de cerrar el asunto con una conformidad y ahora habrá que celebrar una vista oral contra 18 miembros de dos familias rivales, enfrentadas a muerte (un fallecido, un desaparecido y media docena de heridos en diversos enfrentamientos).