Sabina, el pasado año en San Lorenzo de Úbeda.

Un ubetense ilustre cuya huella en la ciudad es cada vez más palpable

El nombramiento como Hijo Predilecto de Úbeda y Medalla de Oro de la ciudad abrirá las puertas a otros proyectos que convertirán a Úbeda en centro sabinero por excelencia y disiparán cualquier duda sobre la relación entre Joaquín Sabina y Úbeda

Alberto Román

Viernes, 29 de julio 2016, 09:33

Sabina ya ostenta títulos y distinciones como la Medalla de Andalucía, Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes, Medalla de Oro de la Ciudad de Madrid o Hijo Predilecto de Andalucía. Y a nivel internacional es Visitante Ilustre de Montevideo (Uruguay), Huésped de Honor de la Ciudad de Buenos Aires (Argentina) y Visitante Ilustre de la Ciudad de Asunción (Paraguay).

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En Úbeda, ciudad que le vio nacer, en la que pasó su infancia y adolescencia, y donde tuvo sus primeros escarceos con la música, hasta hace poco era difícil encontrar su huella, seguir sus pasos. El Ayuntamiento decidió hace unos años ponerle el nombre de Joaquín Sabina a la Escuela Municipal de Música. Incluso el cantante tuvo la oportunidad de descubrir la placa que da esta denominación al centro. Pero en realidad no se trata de un edificio propio, pues la escuela funciona por las tardes en las aulas del antiguo colegio Matemático Gallego Díaz (hoy parte del instituto Francisco de los Cobos). Así, poco pueden encontrar allí quienes buscan la estela de Sabina en Úbeda.

Por lo demás, ni una calle con su nombre, pese a que sí las hay en localidades como Linares o en el pequeño municipio de Espera (Cádiz); ni con algo alusivo a su obra (calle Melancolía sería una denominación ideal para una vía ubetense); ni un detalle en algunos de los lugares que aparecen en sus canciones, pese a que en el mismísimo Buenos Aires dispone de un baldosón que reproduce una de sus letras alusivas a Argentina.

Afortunadamente, esto está cambiando de un tiempo a esta parte gracias al colectivo Peor para el Sol, que en septiembre desarrollará la tercera edición de las exitosas Jornadas Sabina por aquí, que vienen a estrechar como nunca los lazos entre el artista y su ciudad. Estos sabineros fueron también parte responsable de la colocación de una placa en la casa donde vivió. La otra parte correspondió al promotor de la taberna Calle Melancolía, un original establecimiento temático dedicado a la figura y obra del cantautor ubetense, situado en la calle Real, y que supone otro ejemplo de este resurgir sabinero.

Incluso Juan José Gordillo, miembro de Peor para el Sol y primo del artista, en alguna ocasión dirige una ruta temática por la localidad tras las huellas de Sabina. A todo ello se unirá en breve la entrega del título de Hijo Predilecto y de la Medalla de Oro de Úbeda, algo que, con toda seguridad, abrirá las puertas a otros proyectos que convertirán a Úbeda en centro sabinero por excelencia y disiparán cualquier duda sobre la relación entre Joaquín Sabina y Úbeda.

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