Malestar en la plaza Primero de Mayo por la celebración de la Feria de la Tapa

Para intentar evitar que se repitiera la experiencia del pasado año, en julio decidieron movilizarse y remitieron un escrito a la alcaldesa exponiéndole los motivos por los que consideran que la Feria de la Tapa no debe celebrarse en esta singular plaza, alertando de los «enormes daños materiales y grandes molestias que este evento provoca», como «ruidos insoportables, suciedad, olores y desperfetos en la zona». Una carta que acompañaron de «cuarenta folios de firmas (por ambos lados)» pero que «ha tenido un recorrido muy pequeño» y ha servido de poco, al igual que la reunión que mantuvieron en el Consistorio.

Los vecinos aseguran que no están en contra de este evento, sino de su «inadecuada» ubicación «por la masificación que en éste se da y la falta de medios» para evitar que se «maltrate» tanto a los habitantes como a un patrimonio «con un nivel de protección muy alto», lo cual califican de «falta de responsabilidad extrema» tanto del Ayuntamiento como de la asociación organizadora (Alciser).

Pese a que se han anunciado medidas para evitar molestias y daños (más aseos, limitación de horarios, vigilancia, etcétera), los vecinos aseveran que en las veces en que se ha llevado a cabo la Feria de la Tapa en la plaza Primero de Mayo, «no ha habido ninguna sola ocasión en la que no se haya aumentado su deterioro, e incluso el de sus alrededores». Sobre la edición más reciente, opinan que el resultado del año pasado fue «pésimo».

Consideran igualmente que la Asociación de Vecinos Santa María de los Reales Alcázares no les representa ya que, si había dado el visto bueno a la celebración, en ningún momento se consultó a quienes viven en la plaza Primero de Mayo.

Aunque la Feria de la Tapa ya está a la vuelta de la esquina, estos vecinos esperan comprensión y que se tomen cartas en el asunto, anunciando que seguirán actuando y llegando «hasta donde tengamos que llegar por el bien del vecindario y de nuestro patrimonio».