La belleza sincera de la desnudez

Puga, fotógrafo de larga trayectoria profesional y afincado en Granada, estrena esta propuesta en San Lorenzo. Hace cuatro años se planteó la idea de realizar una serie de desnudos en los que expresar no sólo la plasticidad del cuerpo humano sino también las emociones más profundas que es capaz de albergar. Consistía en retratar a cada modelo con un objeto determinado, elegido por ellos mismos. Un flotador, una vela, un marco, una bota, pero también una cicatriz o el hijo que aún habita en el vientre materno, son objetos que actúan como elementos fetiche para irradiar en ellos señales de identidad. El 'objeto' es entendido, en este caso, como «todo lo que puede ser conocido o sentido por el sujeto, incluso él mismo».

El resultado son 29 retratos de desnudos que se presentan por primera vez en el espacio expositivo de la iglesia de San Lorenzo de Úbeda. La exposición podrá visitarse, de forma libre y gratuita, hasta el 2 de abril en el horario de apertura de la iglesia.

Las personas que han participado en el proyecto 'El cuerpo del objeto' no son modelos profesionales. De distinta condición y nacionalidad, se han ofrecido de forma voluntaria, impulsadas por diversos motivos: como un acto de superación, como simple divertimento o como una terapia recomendada. En cualquier caso, todos ellos muestran a través de sus retratos una «desnudez sincera» o «la belleza de lo sincero», en palabras del propio Puga. «Detrás de cada objeto hay auténticos historiones», asegura el artista, quien se ha hecho cómplice de muchas de estas experiencias de vida que tienen que ver, algunas de ellas, con la superación de graves enfermedades, con obsesiones heredadas, abusos y rechazo al propio cuerpo.

El proyecto 'El cuerpo del objeto' de Joaquín Puga fue inspirado por el reconocido fotógrafo Yasuzo Najima (1889-1964), un artista japonés que destacó por la realización de desnudos naturales, despojados de artificio y de marcado carácter pictorialista. Un estilo éste que busca distanciarse de la fotografía como mera reproducción de la realidad y cuyos efectos ha querido imitar el artista granadino en su exposición creando, según sus propias palabras, «imágenes repletas de delicadeza y belleza que se muestran sin velos».

Joaquín Puga, ligado a la fotografía desde su juventud, se ha desarrollado en los últimos veinte años en el mundo editorial y de la publicidad. Colabora como documentalista con varias ONGs en distintos lugares del mundo, y se ha embarcado en diversos proyectos personales de repercusión, como es 'Cubo' (2005), donde los modelos aguardan el disparo fotográfico, desnudos, dentro de un cubo forrado de tela negra, o 'El álbum del fingidor' (2012/16), en el que ha realizado los retratos de más de ochenta poetas contemporáneos de Europa y América, a los que ha tratado de fotografiar su mirada más sincera.