Borrar
Última visita a la intervención de responsables de ConservarArte y de la Fundación Caja Rural. ROMÁN

Las pinturas mudéjares del alfarje de San Lorenzo esconden otras más antiguas

Este descubrimiento plantea un interesante reto de interpretación, al barajarse nuevas hipótesis a las ya planteadas sobre el origen de esta estructura de madera

Alberto Román

Úbeda

Lunes, 30 de marzo 2020, 13:12

Los trabajos de restauración que se están llevando a cabo en el sotocoro de la iglesia de San Lorenzo de Úbeda aportan una nueva sorpresa al conjunto monumental. Debajo de las pinturas mudéjares que decoran el alfarje, de los siglos XIV y XV, se trasluce la existencia de otras de época anterior. Un nuevo hallazgo que sumar a este espacio desde que fue recuperado para la cultura por la Fundación Huerta de San Antonio.

La sospecha de la existencia de una policromía subyacente a las actuales pinturas del sotocoro de San Lorenzo se remonta al año 2017, época en la que dieron comienzo los primeros trabajos de restauración, llevados a cabo por la empresa segoviana ConservarArte. Sus integrantes, Sara Martín y Beatriz Rubio, descubrieron entonces unos restos de tono rojizo que afloraban bajo la actual policromía. En ese momento pensaron que se trataba de una capa de imprimación o una especie de base, coloreada en dicha tonalidad.

Sin embargo, las labores desarrolladas durante la fase de restauración que tuvieron lugar entre los meses de julio y agosto de 2019 les permitió ampliar la zona de observación. Y, con ello, llegar a la conclusión de que esta capa subyacente está presente en muchas de las jácenas del alfarje de San Lorenzo. Y, también, que no solo es de color rojo, sino que posee una amplia paleta de colores que se extiende a los azules, amarillos, negros y blancos, además de poseer diferentes y variados motivos pictóricos. Por tanto, el repolicromado deja de ser una hipótesis para convertirse en una certeza.

Todos los restos donde se aprecia este repolicromado se localizan en las jácenas del alfarje. Algunas de ellas muestran al descubierto la pintura originaria. Incluso se puede apreciar la continuidad del dibujo bajo el segundo policromado de motivos mudéjares. A esto hay que añadir la existencia de dos tablas con grafía árabe, que muestran un estilo pictórico muy distinto al de aquellas otras, también con inscripciones árabes, que enmarcan el conjunto del alfarje. No obstante, ambas piezas sí que presentan similitudes de estilo y color con los restos de la policromía subyacente hallada.

Este descubrimiento plantea un interesante reto de interpretación, al barajarse nuevas hipótesis a las ya planteadas por José Manuel Almansa. El historiador del arte baraja la posibilidad de que parte del entablamento del coro de San Lorenzo provenga del hospital de San Antón, una institución asentada en el mismo barrio desde el siglo XIV y adscrita a dicha parroquia.

Última intervención

Los últimos descubrimientos en el alfarje de San Lorenzo tuvieron lugar durante la fase de restauración de la zona norte del conjunto. Esta se llevó a cabo entre los meses de julio y agosto de 2019, y fue posible gracias a la donación de 6.000 euros por parte de la Fundación Caja Rural de Jaén, junto con 3.000 euros más aportados por la Fundación Huerta de San Antonio.

La intervención consistió, principalmente, en trabajos de limpieza, fijación y protección de las policromías en la mitad norte del alfarje. Una zona que presentaba un deficiente estado de conservación, debido al largo periodo de abandono al que se vio sometido el templo. La humedad, los contrastes bruscos de temperatura y las fogatas que se encendieron bajo el coro durante la guerra civil, fueron las agresiones más importantes que sufrió. Las hogueras no solo tapizaron el entablamento del sotocoro con una gruesa capa de hollín. También levantaron ampollas en su policromía y llegaron, incluso, a carbonizar algunas de ellas.

En esta intervención se descubrió, además del repolicromado de las tablas, el que algunas de ellas estuvieran decoradas con panes metálicos. Así como la utilización de técnicas pictóricas de diferentes épocas. También llamó la atención la gran variedad de motivos decorativos empleados, y el que fueran diferentes a los de la mitad sur del alfarje, lo que hace pensar que puedan pertenecer, en origen, a otro conjunto.

Además de la techumbre de madera, se restauró, también en esta fase, la zona norte de la viga que sostiene el coro, así como su correspondiente balaustrada, ambas decoradas con policromía.

Proyecto de restauración

Esta última restauración del alfarje de San Lorenzo vino a completar la primera intervención que tuvo lugar en los años 2017 y 2018 en la mitad sur del conjunto. En esta ocasión se puso de relieve la existencia de un fantástico repertorio iconográfico fechado entre los siglos XIV y XV. Pinturas mudéjares en las que predominan motivos heráldicos y figurativos de especial singularidad, como leones rampantes, cruces, flores de lis, castillos almenados, santos, ángeles y anagramas. Todos ellos dibujados al temple en colores bermellones, negros, pardos y amarillos.

Esta sorprendente variedad compositiva de la zona sur del alfarje se amplía en la parte norte con una rica decoración a base de lacería, motivos florales y dibujos geométricos que, como ya se ha visto, también ha deparado asombrosos descubrimientos. Para la finalización de los trabajos de restauración aún queda por acometer una última fase en la que se procederá a potenciar la policromía y proteger el conjunto con la aplicación de un barniz de resina.

Trabajos de limpieza.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

ideal Las pinturas mudéjares del alfarje de San Lorenzo esconden otras más antiguas

Las pinturas mudéjares del alfarje de San Lorenzo esconden otras más antiguas