Primera reunión carnavalera en la Carnestolenda

La carpa instalada en la plaza de toros de Úbeda acogió ayer domingo la vigésimo tercera edición de la Carnestolenda, primera cita carnavalera de la ciudad que sirvió para calentar motores e ir caldeando el ambiente de cara a la fiesta de febrero. El veterano evento se alargó durante el mediodía y la sobremesa con buen ambiente y el sonido de algunas primeras coplas.

La organización recayó un año más en el Cuarteto Primero de los incombustibles Juan Antonio Soria Arias y Luis María Jimena Zambrana, creadores de este evento hace más de dos décadas. Ambos agradecieron la colaboración de la Concejalía de Festejos del Ayuntamiento de Úbeda y anunciaron que en un par de años desean dejar la cita en manos de una futura asociación carnavalera, la cual, de momento, ni está ni se la espera.

Los organizadores entregaron además los Premios Ladrillo correspondientes al pasado Carnaval. Este año no hubo Ladrillo Negro, que suele tener una connotación negativa o anecdótica, pero, en cambio, se otorgaron varios trofeos del Ladrillo Verde, pensados en positivo. Dos fueron para un comparsista y un chirigotero que han aportado mucho a la fiesta desde sus agrupaciones, actualmente en barbecho. Se trató, respectivamente, de Rafael Garzón y Juan Ángel Gómez Cano. Y tres ladrillitos verdes pequeños se entregaron a tres romanceras infantiles que el pasado año se estrenaron recitando sus cuartetas: Valle Navarrete, Laura Antiñolo y Carmela Navarrete,

Durante la Carnestolenda actuaron algunas de las agrupaciones ubetenses, dando un pequeño avance de sus repertorios, aunque se echaron en falta otras que se vieron apuradas ante las inminentes semifinales. Y hubo igualmente un sorteo de regalos. El servicio de barra fue gestionado por la Hermandad de Costaleros del Santísimo Cristo de la Pasión que sirvió algunos platos típicos como paella y ochíos, además de tapas variadas.