No habrá procesión por la festividad de la Virgen de Guadalupe ni posterior traslado

La hermandad, que encabeza Miguel Ráez, ha tomado esta decisión teniendo en cuenta las circunstancias excepcionales que en estos momentos se están viviendo a consecuencia de la pandemia generada por la Covid-19 y siguiendo las medidas decretadas por la Diócesis de Jaén, el Gobierno de la nación y las autoridades sanitarias, «y con la intención de velar, salvaguardar la salud y el interés general de los ciudadanos».

De esta forma, se ha presentado un programa de cultos que contempla, en primer lugar, la veneración de la Virgen de Guadalupe en su talla original. Es así del 25 al 29 de agosto, en su capilla de la Basílica Menor de Santa María de los Reales Alcázares, de diez y media de la mañana a una y cuarto de la tarde y de seis de la tarde a nueve y media de la noche.

Por otro lado, del 30 de agosto al 7 de septiembre se materializará la tradicional novena en Santa María, con santo rosario, ejercicio de novena, exposición del Santísimo, bendición y reserva, a partir de las ocho de la tarde, y eucaristía predicada por Antonio Vela Aranda, a partir de las ocho y media.

Para el domingo, 6 de septiembre, a las diez de la mañana se ha previsto la tradicional misa de enfermos, presidida por Manuel Galiano Marín, que será retransmitida por las televisiones comarcales.

Y finalmente, el 8 de septiembre, festividad de Nuestra Señora de Guadalupe, a las once y media de la mañana se desarrollará la fiesta principal, que será presidida por el obispo de Jaén, Amadeo Rodríguez, y concelebrada por los sacerdotes y clero en general de la localidad. En todos los casos, en la Basílica de Santa María de los Reales Alcázares se cumplirá con las normas sanitarias vigentes, proporcionando los medios necesarios para preservar la salud de los fieles y devotos. Al respecto, el aforo es limitado con el fin de respetar la distancia de seguridad permitida.

Una vez pasada la festividad, lo habitual solía ser trasladar a la Patrona de Úbeda a su Santuario del Gavellar, quedando allí hasta su romería del 1 de mayo siguiente. Pero este año no podrá ser ya que no está permitido y, además, la persona que se hace cargo del templo se encuentra en situación de ERTE y, por tanto, no hay quien se haga cargo del cuidado, mantenimiento y vigilancia del lugar. Así, sin presencia de fieles y sin actos especiales, la junta directiva llevará a la Virgen de Guadalupe hasta San Pablo, donde se quedará los meses siguientes y hasta que sea preciso.