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Alberto Román
Úbeda
Miércoles, 3 de mayo 2023, 20:37
De nuevo se encendieron las bombillas de la aureola plateada que rodea a la imagen en piedra de la Virgen de Guadalupe que contempla Úbeda desde la espadaña de la Basílica Menor de Santa María de los Reales Alcázares. Esto significa que la patrona ya está de nuevo en Úbeda. Llegó en la tarde de ayer procedente de Santa Eulalia y, acompañada de varios cientos de personas, fue llevada al citado templo tras una intensa jornada de romería. Como es tradición, allí permanecerá hasta el mes de septiembre, cuando tendrá lugar su festividad y posterior traslado al Santuario del Gavellar. Hasta entonces, las bombillas seguirán prendidas todos los días desde el atardecer, recordando a los ubetenses que ahí está su Madre para recibirles, atenderles y escucharles.
El buen tiempo acompañó este día tan especial y favoreció la participación de ubetenses y aldeanos, aunque la de la Virgen de Guadalupe no es una romería de masas. Pero quienes la viven de principio a fin lo hacen de una manera muy especial, internamente y a la vez en un ambiente de mucha camaradería y compañerismo. No obstante, se notó un incremento de romeros, algo que alegró a la nueva junta directiva de la Real Archicofradía y, en cierta medida, arropó el inicio de su gestión.
El movimiento comenzó bien temprano, a las cuatro de la madrugada, hora a la que tuvo lugar la concentración de los romeros en el bar Circunvalación, para poco después salir hacia Santa Eulalia, donde se les ofreció un tentempié, incorporándose los romeros de la aldea. Así, todos juntos continuaron hasta el Santuario del Gavellar para degustar un desayuno molinero, presentarse ante la Santísima Virgen y participar en el rosario y en la misa de romeros, que contó con la actuación del coro rociero Pasión Andaluza.
Después, la patrona fue llevada hasta Santa Eulalia, por cuyas calles procesionó acompañada por la banda de cornetas y tambores de la Real Archicofradía, antes de ser entronizada en la portada principal de la ermita para las ofrendas florales y la misa cantada por los Romeros Santiago. Y tras ella se presentaron los niños y niñas ante la Virgen, continuaron las ofrendas y hubo un desfile de vehículos antiguos. También hubo algunas carrozas de diferentes cofradías y colectivos.
El mediodía estuvo marcado por la apertura de casetas y chiringuitos. Y por la tarde, a las cinco y media, se produjo la salida de la Chiquitilla del Gavellar hacia Úbeda, acompañada por romeros, carrozas y caballistas. Tras un largo trecho, antes de entrar en la ciudad, la patrona paró en el cementerio de San Ginés, donde se rezó en recuerdo de todos los ubetenses fallecidos.
Y después, a eso de las siete y media, en el Molino de Lázaro tuvo lugar el recibimiento oficial, que este año corrió a cargo de algunos de los componentes de la Banda de Cornetas y Tambores 'Virgen de Guadalupe', de diferentes edades, quienes hablaron en nombre de todos sus compañeros y también de sus paisanos. Le pidieron protección a la patrona, también que haga posible la ansiada lluvia, y hablaron de sus experiencias personales y colectivas como integrantes de la banda y como devotos, destacando la importancia de que la Virgen ya esté en Úbeda para consuelo de sus hijos.
Con ello se dió por iniciada la procesión directamente hasta la Basílica Menor de Santa María de los Reales Alcázares. Se unieron a la comitiva la junta directiva, guión de faroles, romeros y devotos, carrozas y caballistas, romeras, cofradías de Semana Santa y gloria, autoridades y la Agrupación Musical Ubetense.
En su capilla del citado templo permanecerá la Chiquitilla del Gavellar durante unos meses, hasta la celebración de su festividad el 8 de septiembre y su posterior regreso al santuario.
Con la Virgen de Guadalupe ya en Santa María, su Real Archicofradía y la Cofradía de Jesús Nazareno han previsto una fiesta de las aguas, una celebración extraordinaria de rogativa ante la preocupante situación de sequía que se vive desde hace meses. Se unirán así las dos grandes devociones del pueblo ubetense para pedir desde la fe que sea concedido el beneficio de la lluvia.
La cita será en el citado templo, el próximo domingo día 7 de mayo, a las ocho y media de la tarde, oficiando la eucaristía Antonio Vela Aranda, arcipreste de la ciudad.
Ya en el Convento de San Andrés y en el Monasterio de las Cadenas, la Cofradía de Jesús celebraba desde tiempo inmemorial la llamada 'Novena de las Aguas', que tenía lugar cada mes de mayo, implorando las lluvias necesarias para que granase el trigo y se salvase el pan que evitaba las hambrunas. Por otra parte, son incontables las veces en las que el pueblo de Úbeda ha acudido en rogativa a la Virgen de Guadalupe pidiendo la necesaria lluvia que regase los campos, la última vez en 1981.
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