Los Reyes Magos pudieron saludar a los niños ubetenses en el polideportivo

Al objeto de recibir a todo el mundo, Melchor, Gaspar y Baltasar no comparecieron un día, ni dos, ni tres, sino cuatro, a razón de seis o siete pases por jornada (normalmente tres en horario de mañana y cuatro por la tarde). Esto hizo unas 25 sesiones, con tiempo de sobra entre cada una de ellas para proceder a desinfectar las instalaciones. Nada se dejó al azar y hubo una gran coordinación previa, además de numeroso personal de control.

Lógicamente, para saludar a todos los niños durante los días 2, 3, 4 y 5 enero hubo que buscar apoyo a los Magos de Oriente, eligiéndoles unos buenos representantes. Los dos primeros días se contó con integrantes de la Unión de Cofradías. El tercero participaron personas pertenecientes a los servicios esenciales municipales, procedentes de Policía Local, Protección Civil y otros servicios básicos. Y ayer, el día grande, Melchor, Gaspar y Baltasar estuvieron encarnados por tres ciudadanos elegidos por sorteo de entre las 18 solicitudes recibidas. Se trató de Fernando Cazorla Morillas, José Antonio Tello Herrera y Juan Manuel Garcés Molero.

Todos pudieron cumplir una importante e ilusionante misión, aunque este año de manera diferente, sin la multitudinaria cabalgata acompañada de una lluvia de caramelos. Y todos, sin excepción, dieron lo mejor de sí mismos para que no faltara la alegría. También el resto de personal que salió a la pista para dar movimiento a los distintos personajes y figuras, así como las personas que se encargaron de otros detalles organizativos y técnicos, todo lo cual estuvo coordinado por el Ayuntamiento y la empresa de animación Dracon Ryus, de Úbeda.

A la entrada de cada pase el público pudo presenciar las carrozas de los Reyes Magos así como unos grandes globos y figuras hinchables gigantes, todo ello amenizado por los villancicos que interpretaron los integrantes de La Charanga Ubetense. También se instaló un buzón atendido por los pajes reales para que los menores pudieran depositar las cartas con sus deseos. En él se echaron igualmente ayer las misivas escritas por los pequeños de las pedanías dependientes de Úbeda, recogidas en los días previos durante las actividades navideñas llevadas hasta los anejos.

Respecto al espectáculo en el interior del pabellón, de unos quince minutos de duración, incluía el desfile de numerosos personajes infantiles al ritmo de la música, el saludo de los Reyes Magos desde la pista y un mensaje en el que reconocían todo el esfuerzo que han hecho los más pequeños desde el inicio de la pandemia. Incluso pedían a los niños que, por la noche, no olvidaran dejarles agua para los camellos y un vaso de leche para ellos, además de algún ochío de Úbeda. «Nos han dicho que están muy ricos», remarcaban. Y a la salida, todos los asistentes recibían algunas golosinas de manos de los pajes reales.

«Hemos trabajado duro para que, pese al mal tiempo previsto, los más pequeños no se queden sin ver a los Reyes Magos de Oriente», dijo el concejal de Festejos, Jerónimo García. Ciertamente el esfuerzo fue grande para que se respetaran todas las medidas de seguridad, con circuitos señalizados, entrada y salida escalonadas, vestuario diferenciado para cada representante de los Magos de Oriente, desinfección de asientos y barandillas entre pases, distribución de las localidades y un largo etcétera. Y todo esto teniendo en cuenta las modificaciones que hubo que realizar en muy poco tiempo tras el cambio de ubicación de última hora. «Hemos hecho un trabajo a contrarreloj, porque no queríamos que las amenazas de lluvia y mal tiempo quitasen la ilusión a los más pequeños de la casa, sobre todo en este año tan duro para ellos», explicó García.

Un día antes, el 4 de enero, los representantes de los Reyes Magos se desplazaron en el camión de los Bomberos hasta la residencia de mayores de la avenida de Linares para visitar a los residentes. Una tradición que este año fue diferente, pues no accedieron a las instalaciones y se limitaron a saludar desde el exterior a través de las cristaleras. No obstante, se pudieron ver imágenes de gran ilusión y ternura. Desde el Ayuntamiento se quiso así tener un detalle con las personas mayores, que tanto están padeciendo esta situación de pandemia. Y además, ocurrió el día en el que Melchor, Gaspar y Baltasar estuvieron encarnados por miembros de los servicios esenciales que no han dejado de trabajar por los demás desde el inicio de la alerta sanitaria.