Saboreando el potaje flamenco de Maui

La receta es sencilla. Se coge una artista con muy poca vergüenza y con mucho talento y se la coloca, sin pasar por el colador, en un escenario para cantar y contar sus cosas mientras prepara en directo una receta familiar de potaje, con todos sus avíos, que al final probarán todos los asistentes. Se la envuelve con una indumentaria y unos complementos que no pasen desapercibidos y se le añade la esencia de sus propias raíces, concentrado de sus referentes, algunas hierbas recién cortadas para aportar frescura, un vasito de vino que le dé alegría, una cebolla entera (sin trocear, que se llora) y una pizca de picante. Respecto al salero, hay que echárselo entero. Y todo ello se remueve a compás mientras va cogiendo temperatura y todos los ingredientes se mezclan en armonía.

El resultado es un espectáculo digno de saborear en el que Maui derrocha simpatía y buen hacer. Y aunque a veces parece que se le va la olla, tiene el guiso muy controlado a la hora de cantarle a lo cotidiano. Se nota que ha aprendido de los recetarios de artistas como Martirio o Kiko Veneno, pero también de los de su padre Miguel Ramírez, que triunfó con Los Centellas, o de su tío Bambino, grande entre los grandes.

Por si fuera poco, Maui, además de cantar, bailar, cocinar y lo que se tercie, también toca el chelo en algunos temas. ¿Se puede pedir más? Durante esta sesión de cocina en vivo (showcooking lo llaman ahora los moderno), María Luisa Ramírez, que es el verdadero nombre de la artista metida a cocinera, suele rodearse de buenos pinches que se encargan del acompañamiento, el del puchero y el de la música y el compás. Entre ellos estuvo su inseparable Paco Soto a la guitarra, que sabe como nadie darle la réplica en un espectáculo que uno no sabe por dónde puede salir.

En sus sesiones de 'Potaje flamenco', la maestra de ceremonias suele además contar con algún invitado especial al más puro estilo 'Con las manos en la masa'. En este caso se trató de la joven cantaora Ángeles Toledano, que recientemente se encargó de inaugurar Flamencos y Mestizos, y que no solo ayudó a ir llenando el puchero mientras conversaba con Maui, sino que además se marcó unos cantes.

Al final, como era de esperar, tocó probar el guiso, que sirvió de aperitivo a una posterior comida servida en el complejo Ermita Madre de Dios, cuyo patio central, levantado de unas antiguas ruinas con siglos de historia, acogió el espectáculo. Nunca un concierto se pudo disfrutar con tantos sentidos. Salvo para el tacto, vetado por las normas de distanciamiento social, fue toda una experiencia para el oído, la vista, el olfato y el gusto. Imposible quedarse con hambre.

Flamencos y Mestizos, festival que dirige el músico y productor ubetense Paco Ortega, afronta ya su recta final con una cuarta semana que llega de nuevo bien cargada de propuestas. El jueves 27 de mayo se podrá disfrutar de los dos guitarristas José María Gallardo del Rey y Miguel Ángel Cortés presentando el recital 'Lo Cortés no quita lo Gallardo' (en el Palacio Vela de los Cobos a las nueve de la noche). El viernes 28 llegará la bailaora israelí Adva Yer con su espectáculo 'Espacio temporal' de flamenco experimental y vanguardista (en el Teatro Ideal Cinema a las nueve de la noche). El sábado 29 será el turno de Soleá Morente y su forma de entender el flamenco (en el auditorio del Hospital de Santiago a las nueve de la noche). Y el domingo 30 llegará la clausura de la mano de la bailaora ubetense Charo Martín y su última propuesta de calle 'Thálassa' (en la plaza de Andalucía a las doce y media del mediodía).

A ello hay que añadir, dentro del programa de actividades paralelas del festival, la conferencia que pronunciará el guitarrista José María Gallardo del Rey titulada 'La guitarra española ¿flamenca o clásica? Siempre española', el miércoles 26 (en el Parador de Turismo a las nueve de la noche).