Los Seises de Úbeda fueron recibidos por el Papa Francisco

Para ello recibieron el apoyo institucional y económico de la Fundación Casa Ducal de Medinaceli, de su administración, representada por Juan María García, y de su capellán, Jesús Monforte. Y además trabajaron a fondo componentes adultos de la capilla musical y otros colaboradores, facilitando contactos y comunicaciones.

En Roma, una de las primeras paradas fue la Basílica del Sagrado Corazón de Jesús, donde participaron en la celebración litúrgica de la tarde y, al finalizar la eucaristía, en el altar principal, el organista del grupo, Emilio Alejo, acompañó a la capilla tocando el espectacular órgano distribuido en cuatro cuerpos que tiene el templo. Interpretaron música española en latín, en particular la misa 'Gaudens Gaudebo' del maestro de capilla y organista de la Iglesia Catedral de Jaén del pasado siglo, Guillermo Álamo Berzosa, junto a otras obras como 'O sacrum convivium' (Molfino) y 'Signore delle cime' (Marci) de repertorio italiano, y 'Niño Dios d'amor herido' del Cancionero Musical de Medinaceli, como representación de la música española renacentista. Todo ello dirigido por María Jesús García.

Un día después se desplazaron hasta la ciudad del Vaticano. La comitiva, compuesta por ochenta ubetenses, unos de nacimiento y otros de adopción, recibió la bendición del Santo Padre. Al finalizar el acto, con los niños vestidos con las túnicas de seises, la capilla interpretó 'Dio del celo', obra que consideran un himno. Además tenían concedida foto oficial, por lo que pudieron acercarse a la escalinata del escenario para ser recibidos por el Papa Francisco con gran ternura y simpatía. A los dos más pequeños del grupo incluso les obsequió con unas caricias, rosarios y postales navideñas. Y a la inversa le entregaron un plato de cerámica típica ubetense con la inscripción «para su Santidad el Papa Francisco, de los Seises del Salvador de Úbeda (Jaén). Diciembre 2022».

Ahí no quedó la cosa, pues aprovecharon el momento de la foto oficial para interpretar el villancico español 'Niño Dios d'amor herido' del Cancionero de Medinaceli. Un momento que no olvidarán, junto a otros en los que la música fue protagonista, pues durante este periplo también cantaron villancicos en la plaza de San Pedro, en la Fontana di Trevi y en el aeropuerto de Roma en torno al piano, entre otros lugares.

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