Nos sobran los motivos

Como alcaldesa y siendo la máxima conocedora de la gestión que está desarrollando el Ayuntamiento de Úbeda, me veo en la obligación moral de realizar ciertas puntualizaciones, con el objetivo de que el lector forme su propia opinión crítica al respecto.

Creo firmemente que a un Gobierno se le debe juzgar por sus acciones en pro del bienestar de su ciudadanía y la mejora de la calidad de vida de sus vecinos y vecinas, y no quedarse en la banalidad de unas meras siglas.

Desde que en 2015 la ciudad de Úbeda depositó su confianza en mí, puedo asegurarles que este equipo de gobierno jamás ha mirado la ideología de la persona que ha presentado un proyecto. De ello cientos de personas pueden dar testimonio, no solo la que les habla. Lo único que este gobierno ha tenido en cuenta es si beneficiaba o no a la ciudad, un criterio que hemos mantenido como máxima y hemos abanderado siempre con altura de miras, porque gobernamos como cargos públicos para que toda la ciudadanía se sienta integrada en su ciudad.

Precisamente, este gobierno tiene como uno de los pilares de acción, la integración de ideas, personas, ideologías o creencias, con la intención de llevar a cabo sinergias interesantes y beneficiosas para la ciudadanía ubetense, como muestra de los valores universales de esta ciudad Patrimonio de la Humanidad, en la que orgullosamente conviven tradiciones e innovaciones, de manera ejemplar y equilibrada.

Desde esta óptica, creo que esta ciudad merecía que su Semana Santa, declarada como Fiesta de Interés Turístico Nacional desde 1980, tuviera un monumento conmemorativo en el que cofradías y penitentes estuvieran representados.

Un merecido y sencillo homenaje a todas las personas que hacen posible que la Semana Santa sea lo que es desde el punto de vista religioso, cultural, turístico y económico. Gracias a su colaboración desinteresada, durante todo el año se mantiene vivo el espíritu cofrade, a través de acciones solidarias, caritativas, culturales, juveniles o deportivas. Y orgullosos podemos decir que nuestra ciudad es un referente nacional en esa Semana de Pasión y de interés para miles de turistas que nos visitan esos días.

Con este monumento, tan solo estamos siguiendo los pasos de otras ciudades que nos han precedido en este reconocimiento, como es el caso de Alcaudete, Ceuta, Ciudad Real, Málaga, Palencia, Valladolid, Velez-Málaga, entre otras muchas.

Con esta importancia no solo a nivel de tradiciones, sino de lo que significa para nuestro turismo y economía, ¿de verdad alguien cree que no era de justicia que la Semana Santa ubetense tuviera un monumento que recociera su influencia en nuestra ciudad?

Asimismo se pone en el punto de mira la ubicación que tendrá dicho monumento. Puestos a criticar, también es motivo el traslado, a unos metros, del monolito de Alfredo Cazabán, cronista oficial del Santo Reino. Creo o quiero creer que estas opiniones se hacen desde el desconocimiento del proyecto de intervención que está llevándose a cabo en la Corredera de San Fernando. Solo puedo decir que me pongo a disposición de quien lo precise para explicar esta intervención, como he hecho en reiteradas ocasiones, ya que nuestra única intención es devolverle el máximo esplendor a una arteria de la ciudad, que hace décadas gozaba de gran actividad comercial.

Si antes de verter opiniones, simplemente las personas que critican se hubieran parado a conocer el proyecto, hubieran comprobado que este equipo de gobierno tiene planificado en esta importante intervención, que ronda los 1,7 millones de euros, la ejecución del 'Jardín de los Cronistas'. Se trata de un espacio ideado para reconocer a todas las personas que han ostentado este importante cargo en nuestra ciudad. Será un lugar dignificado, cuidado y accesible, en el que los viandantes podrán conocer de una manera más cercana a quienes han sido los cronistas de Úbeda. Nadie está quitando valor con el traslado, sino dándole, precisamente, el protagonismo que merece.

En relación a otras opiniones vertidas, también me toca detenerme en aspectos como la sostenibilidad, reto que este Ayuntamiento ha tenido muy presente. Así se puede comprobar con la gestión para que Úbeda fuera beneficiaria de los Fondos FEDER, subvención procedente de Europa que nos va a permitir llevar a cabo acciones enfocadas a la reducción de emisiones de CO2 y la regeneración, así como la puesta en marcha de rutas dedicadas a San Juan de la Cruz o Antonio Muñoz Molina, o la transformación de las Eras del Alcázar.

Pero también hemos trabajado en obtener líneas de subvención que redundaran positivamente en la eficiencia energética de los colegios públicos de Úbeda, los centros de Servicios Sociales, el alumbrado de nuestras calles y el emblemático Hospital de Santiago.

No nos hemos olvidado de recuperar nuestro patrimonio. Se ha adquirido el Palacio Marqués de Mancera, lugar que albergará el Centro de Interpretación de Joaquín Sabina. Por otro lado, gracias al 1,5% Cultural, se va a intervenir en la mejora del Palacio Vázquez de Molina, sede consistorial.

Pero nuestra idea de crecimiento equilibrado, sin tintes ideológicos, se ha demostrado atendiendo a las necesidades de nuestros vecinos y vecinas, con los que estamos siempre en contacto. Hemos arreglado viales que llevaban demandando con urgencia, desde hace años, una intervención integral. También hemos atendido las necesidades de los más pequeños, no solo impulsando más programación y de mejor calidad, sino también acondicionando espacios para ellos de una manera digna, como son los diferentes parques.

Otro de los aspectos a tratar es la integración. Si por algo es conocida esta ciudad es por este valor, y así se ha puesto de manifiesto en la última campaña de recolección de aceituna, siendo referente a la hora de la puesta en marcha de un ejemplar dispositivo de atención al inmigrante temporero.

Precisamente, ayer mismo recibíamos la felicitación de la Junta de Andalucía por nuestra gestión en servicios comunitarios a la hora de la atención a inmigrantes, ayuda al alquiler, bonos sociales, bolsas de empleo o actividades de programas como la ERACIS.

La integración también la llevamos a cabo con acciones que promueven la accesibilidad, a través de intervenciones que tienen en cuenta la diversidad funcional, no solo en barreras arquitectónicas, sino también en materia de turismo y cultura. Acciones que encantada pondré en conocimiento de quien lo precise, para que no se caiga de nuevo en la crítica sin fundamento.

La potenciación de este valor, ha sido incluso merecedora de un Premio Max logrado por nuestra Escuela Municipal de Teatro 'Ricardo Iniesta', que reconoce la labor de integración social, ni más ni menos.

Esto es solo una pincelada de los proyectos que el Ayuntamiento está desarrollando, sí, con dinero público, porque de otra manera no puede ser, 'a pulmón', con fondos propios o procedentes de otras administraciones y logrados gracias al trabajo de gestión responsable que el equipo al que represento realiza diariamente.

En definitiva, creo que es compatible, con dinero público, homenajear a ciudadanos anónimos y no tan anónimos, eliminar desigualdades entre ciudadanos, evolucionar hacia un horizonte más sostenible, eficiente y en el que tome relevancia la movilidad urbana y se erradique la brecha digital.

Necesitaría muchos artículos como este que les escribo para explicar la gestión realizada en estos seis años. Y como se suele decir, «para muestra, un botón». Este gobierno ha invertido, entre fondos municipales y de otras administraciones, 6 millones de euros en movilidad sostenible, 4 millones en eficiencia energética o 3 millones en nuevas tecnologías. Para las personas que lo quieran comprobar solo tienen que hacer un click en nuestro Portal de Transparencia/Perfil del Contratante o seguir nuestras redes sociales.

Y como por pedir que no quede, hemos solicitado 200 millones de euros, a través de proyectos viables relacionados con la sostenibilidad, a diferentes administraciones, siendo conscientes de la responsabilidad que entraña el cargo que ostentamos en el Gobierno local.

Ahora, cada cual que juzgue, pero siempre con la verdad por delante y, sobre todo, con la información contrastada, no sesgada.