Súbditos del mejor rock

Fue en la plaza de toros, convertida por unas horas en un templo del mejor rock, donde los presentes cantaron y bailaron recordando a uno de los grupos más grandes e influyentes de la historia, cuyas canciones son consideradas auténticos himnos. La propuesta se enmarcó dentro de Los Cerros Sound Festival, este año adelantado en el tiempo.

Con un público totalmente entregado a la causa, dispuesto a desgañitarse en cada tema, God Save the Queen repasó los grandes clásicos del grupo, desde sus comienzos en 1973 hasta su último álbum, 'Made in heaven', editado después de la muerte de Freddie Mercury, haciendo hincapié en el histórico concierto Live Aid de 1985 que tanto significó para la banda británica.

Sonaron así temas como el participativo 'We will rock you', 'Another one bites the dust' y su inconfundible riff de bajo, 'Somebody to love', 'Under pressure' (lástima no haber tenido también anoche a un doble de David Bowie para revivir el mítico dúo), 'Love of my life', 'Radio ga ga' o el victorioso 'We are the champions', entre otros muchos. Canciones, en todos los casos y sin excepción, que nunca se han ido pero que han tomado mayor fuerza tras el éxito del galardonado biopic cinematográfico sobre Mercury y su banda.

La velada, pensada para nostálgicos y fans de Queen, tuvo un pequeño sobresalto: el fallo de un generador produjo un apagón. Y aunque la luz volvió en pocos segundos, hubo que esperar un buen rato hasta que todo el aparataje de sonido se pudo rearmar y testar para continuar el show. El grupo volvió así a las tablas entre una gran ovación a la que respondió con 'Bohemian rhapsody'. De esta forma, la cosa se vino arriba y se olvidó lo ocurrido.

En la recta final hubo otros clásicos que no podían faltar en este viaje al pasado, como el reivindicativo y liberal 'I want to break free' con el vocalista ataviado como en aquel videoclip (a falta de aspiradora), 'Show must go on', toda una lección de vida, y 'Don't stop me now', este último elegido por varios estudios y encuestas como la canción más feliz de la historia. Si en ese momento alguno de los presentes aún no había bailado, ya no tuvo más remedio que ponerse a saltar.

Este fantástico tributo hizo que los espectadores, llegados desde todos los puntos de la provincia e incluso de fuera de ella, revivieran la excepcionalidad de Queen y el halo mágico que generaba a su alrededor Freddie Mercury, cuya leyenda está más viva que nunca.

God Save the Queen se ha convertido en un fenómeno de la mano de Pablo Padín (vocalista) como Mercury, imitando sus gestos y su voz, y consiguiendo, como el original, que nadie pueda dejar de mirarlo desde que pisa el escenario. Junto a él están Juan Francisco Calgaro (guitarra) como Brian May, Matías Albornoz (batería) como Roger Taylor y Ezequiel Tibaldo (bajo) como John Deacon, encargados de reencarnar el espíritu de Queen.

Tras veinte años de éxito consecutivo, God Save the Queen se encuentra de gira por todo el mundo, presentando su mayor y más ambicioso espectáculo, esta vez orientado para grandes recintos. El tour incluye ochenta paradas por Europa, Latinoamérica, USA, Japón y, por primera vez, el sudeste asiático. Este verano ha llegado a España con un buen puñado de actuaciones y un gran éxito. La gira española, además de Úbeda, incluye ciudades como la hermana Chiclana de la Frontera, Benidorm, Córdoba, Mairena del Aljarafe, Zaragoza, Valencia, Murcia, Granada, Santander, Valladolid, Madrid, Bilbao y Barcelona.