Cuando surge la magia

Una gran capacidad creativa y una continua búsqueda de nuevos caminos y efectos han llevado al mago ubetense Rubén Vilagrand a obtener un prestigioso premio europeo que reconoce la genialidad de una de sus invenciones para el mundo de la magia. Un camino, el de crear trucos, métodos y artilugios 'mágicos', para él y para otros compañeros, que viene recorriendo profesionalmente desde hace mucho tiempo y al que ha dedicado mayor empeño desde el inicio de la pandemia. Ante la falta de bolos, giras y contratos por temporadas, decidió meterse en su taller para darle vueltas a la cabeza e inventar. Y el esfuerzo, junto al dominio de las distintas técnicas del ilusionismo, ha dado sus frutos.

Una de sus invenciones ha ganado un premio en FISM, el campeonato de magia más prestigioso a nivel mundial que organiza la Federación Internacional de Sociedades Mágicas. Esta entidad internacional, fundada en 1948 y que se encarga de coordinar a decenas de clubes y federaciones nacionales e internacionales, representando aproximadamente a 50.000 magos de 32 países, es una de las organizaciones más respetadas en la comunidad de la magia. Y en su reciente certamen europeo de 2021 otorgó al ubetense su premio en la categoría de invención, que reconoce el desarrollo y la creación de nuevos métodos para representar la magia. Todo un logro teniendo en cuenta que profesionales de la talla de Juan Tamariz lo ganaron en su día.

Como es sabido, un mago nunca revela sus trucos, así que Rubén Vilagrand, con tono satisfecho desde el otro lado del teléfono, poco nos puede contar sobre su efecto. Solo aclara que el premio reconoce la invención y que ha sido para un método ideado, desarrollado y creado por él, que sirve para realizar un truco de predicciones o viajes. Un método nunca antes utilizado en magia y en el que usa, para la puesta en escena, una pequeña jaula.

«Solo te puedo contar que hay algo que aparece dentro de una jaula, y ello sin tocar nada, sin ayudantes y sin medios electrónicos», nos cuenta con cierto aire misterioso. Reconoce además que es complicado inventar algo nuevo en este mundillo y más aún sin recurrir a las nuevas tecnologías, pero considera que esa es la esencia de la magia. Y por ese mismo motivo se siente orgulloso de este método que, gracias al premio obtenido, a la hora de comercializarlo podrá llevar el sello FISM, una especie de marca de calidad muy valorada en el sector.

El ubetense se siente especialmente satisfecho con este galardón. «Te pueden premiar por hacer magia en sus distintos tipos, por tu actuación, pero en este caso ha sido por la invención, por el tema creativo, lo que significa generar interés en otros magos», asegura quien siempre se ha esforzado en dar un paso más, buscando reinventar la magia con nuevos métodos y formas de presentación, trabajándose todo el proceso, desde el concepto hasta la fabricación, pasando por el personaje que se muestra ante el público.

Vilagrand lleva más de dos décadas dedicándose profesionalmente a la magia. Conoce bien el escenario y maneja bien al público, lo que le permite tener una amplia perspectiva a la hora de enfrentarse al reto de un nuevo número, truco o rutina. Desde hace tiempo, además de salir a escena, crea y fabrica también para otros magos de todo el mundo, lo que le ha llevado a emprender e invertir para montar su propio taller y tener su propia tienda.

En un campo como el de la magia, que es bastante pequeño aunque hablemos a nivel mundial, está despuntando y ya es bastante conocido como creador e inventor por la calidad y originalidad de sus productos. No en vano, obtuvo el premio al mejor juego del año 2019-2020 otorgado por la revista Vanish Magazine, la más leída a nivel mundial en el sector de la magia y en la que llegó a protagonizar la foto de portada. Y dos de sus otras creaciones están en el 'top 10' internacional de 2021.

A Rubén Vilagrand la pandemia le pilló con mucho trabajo y muchos proyectos que espera ir retomando poco a poco, toda vez que depende de viajes por distintos países y, al respecto, aún falta tiempo para volver a cierta normalidad. Tal y como recuerda, solo en 2019 cogió más de 90 vuelos y pisó unos 70 países, algo impensable hoy por hoy. Trabaja para las compañías estadounidenses más prestigiosas y exclusivas del sector de los cruceros de lujo, con las que en los últimos ocho años ha llevado su magia por todo el mundo, literalmente, incluyendo el Polo Norte y la Antártida. Embarca como artista invitado con su propio espectáculo, que incluye la música producida por él y compuesta por el director de orquesta berlinés Román Gottwald. En agosto, si todo va bien, espera embarcar de nuevo y prepara igualmente una gira en Estados Unidos.

Paralelamente, el ubetense es artista habitual desde hace cinco años en The Magic Castle, en Hollywood (Los Angeles), el escenario más prestigioso del mundo para un mago, donde es muy normal encontrar entre el público a celebridades de la meca del cine. Y de la misma forma es profesor de la gran escuela de Ana Tamariz, en Madrid, en la que se formó hace veinte años.

Lástima que no pueda usar el truco que le ha sido premiado para desaparecer hoy y aparecer antes de la pandemia. De ser así, su invento le llevaría desde Altea (Alicante), donde tiene actualmente su cuartel general, hasta Las Vegas, donde estuvo trabajando justo antes del confinamiento, grabando en el Río Hotel Casino para el conocido programa 'Penn & Teller Fool Us' que presenta la actriz Alyson Hannigan para la CW TV. Pero la normalidad no se recuperará por arte de magia, así que le toca ser paciente hasta que la cultura vuelva a ser lo que era. Su esperanza es ir progresivamente asumiendo lo que dejó a medias o pendiente, junto a nuevos retos.

A Rubén Vilagrand la vida le cambió por arte de magia. Siendo muy joven se quedó impresionado después de ver a un conocido haciendo algunos trucos. Y tan grande fue el impacto que decidió hacer todo lo posible para convertirse en mago. Hoy puede presumir de vivir de ello, su gran pasión. Atrás quedan muchas horas, muchos días, muchos años de práctica y preparación, pues si algo exige la magia es dedicación, tiempo y ensayo hasta lograr la maestría. En eso no hay truco. Para sus espectáculos, este joven ubetense está innovando al mezclar el arte del mago y el mimo, ofreciendo magia muy visual y sin palabras que, a la contra, está dando mucho de qué hablar, pues el resultado es impresionante.

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