Taburete montó una gran fiesta en la plaza de toros

Más de setecientas personas se dieron cita en la noche del viernes en el coso ubetense, donde Willy Bárcenas y Antón Carreño se mostraron encantados de actuar y de recibir tantas buenas vibraciones. El primero incluso confesó que llevaba un par de días en la ciudad y que había tenido la oportunidad de conocer sus bondades, incluyendo sus monumentos y sus bares y restaurantes.

Los madrileños, rodeados de una gran banda de seis músicos, lo dieron todo y levantaron a un público que les esperaba con ganas. Aunque lo de levantar al respetable queda en metáfora, pues tocó estar sentado pese a momentos muy álgidos que obligaban a bailar y saltar. Pero bueno, el que más y el que menos se las apañó para moverse con el culo pegado a la silla o a la piedra de la grada.

El concierto se enmarcó dentro de la gira 'La Furyo Infinita', con la que el dúo está presentando los temas de su último disco 'La broma infinita' y repasando algunos de los incluidos en sus tres anteriores álbumes. Sonaron así canciones como 'Por lo que pueda pasar', 'El último baile de Dunas Mitchell', 'México DF', 'Belerofón' o 'Kaiserslautern', que los asistentes corearon de principio a fin. Y no faltaron otros títulos como 'Venado tuerto', 'Entre tus piernas', ''Brindo', 2018, una odisea en el espacio', 'Madame Ayahuasca', 'Calçots y mangos', 'John Ford', 'Mariposas' o 'Abierto en vena'.

Incluyeron igualmente 'Una foto en blanco y negro' que popularizara El Canto del Loco y hasta los acordes del 'Hey Jude' de los Beatles para presentar al grupo. Y la recta final fue un derroche de fuerza con 'Caminito a Motel', 'Walter Palmeras' o 'Sirenas'.

Infinitas gracias transmitieron los músicos al público y a la organización, por seguir apostando por la cultura segura en tiempos tan complicados. Y prometieron volver «a la tierra del maestro Sabina» cuando no sea necesario estar 'atado' a una silla. Más fiesta es posible.