Toni Olivares se compromete a seguir trabajando con «honestidad, ilusión y cercanía»

La socialista Antonia Olivares Martínez prometió cuatro años más de «honestidad, ilusión y cercanía» en la toma posesión de su cargo como alcaldesa de Úbeda, que tuvo lugar durante el pleno de investidura y de composición de la nueva corporación municipal celebrado esta mañana en el auditorio del centro cultural Hospital de Santiago. Un concurrido acto en el que no hubo lugar para las sorpresas después de la apabullante victoria del PSOE en los últimos comicios municipales, que le valió dieciséis concejales frente a los cinco del PP, disipándose entre los engranajes electorales las otras seis fuerzas políticas concurrentes.

La gestión de los últimos cuatro años junto con la cara amable y cercanía mostrada le dieron la confianza de los ubetenses. Atrajo votos de todas las corrientes, algo histórico. Sembró y recogió, obteniendo un 63,95% de apoyo (11.491 papeletas) que se tradujo en cuatro concejales más (en 2015 fueron doce y un 44,42% de papeletas).

Así, esta mañana todo transcurrió según lo previsto protocolariamente y, tras el juramento o promesa de los veintiún ediles, la candidata socialista renovó la Alcaldía por una gran mayoría, recibiendo entre aplausos el bastón de mando para seguir con su proyecto de ciudad. Un hecho novedoso en el Consistorio de Úbeda, tradicionalmente caracterizado por la alternancia entre fuerzas de derecha y de izquierda cada cuatro años.

Después, Toni Olivares impuso la medalla y la insignia correspondientes a los miembros de su equipo de gobierno, integrado por Javier Gámez Mora, María del Carmen García Martínez, Jerónimo García Ruiz, Elena Rodríguez García, Francisco Javier Lozano Blanco, Natalia Pérez Merino, Pedro Jesús López González, Magdalena Urrutia Hidalgo, José Luis Madueño Bustos, Francisca Isabel Millán Expósito, Juan Ramón Martos Expósito, María Jesús López Morel, Francisco de la Blanca Expósito, Josefa Chinchilla Ruiz y Diego Cano Jiménez.

Olivares se acompaña de la mayoría de los que han sido concejales del grupo socialista en el Ayuntamiento de Úbeda durante los últimos cuatro años, añadiendo algunas caras nuevas, aunque son personas que han estado trabajando dentro del partido.

También hizo lo propio con los cinco concejales del PP, que cuatro años después de las últimas municipales volvió a perder apoyos pese al lavado de cara que le ha dado Gerardo Ruiz del Moral para romper con el periodo anterior, y a los nuevos aires que le ha insuflado apoyado por su equipo. La formación azul repite en la oposición tras obtener en las urnas un 19,31% de respaldo (3.470 papeletas), aunque en solitario y con dos concejales menos en el salón de plenos (en 2015 fueron siete y un 27,44% de apoyos).

Recibieron así su medalla e insignia Gerardo Ruiz del Moral Tauste, Ana Morales Lirio, Miguel Ángel Higueras Pulpillo, Chesca Martínez Carrillo y Manuel Muñoz Cobo.

En su discurso, la que fue hace cuatro años la primera alcaldesa de Úbeda y ha logrado revalidar el cargo, agradeció la confianza depositada en ella y en su equipo, destacando el trabajo realizado para que la ciudad crezca y se desarrolle en equilibrio, contemplando todos los barrios y pedanías. Pero dijo que no tienen un espíritu conformista, por lo que, de cara al futuro, aseguró que seguirán transformando la localidad, dotándola de modernidad aunque «de la mano de nuestras tradiciones y nuestra historia».

Habló así de impulsar tres sectores de gran importancia, como la agricultura, el comercio y el turismo, y de grandes proyectos como el anhelado espacio escénico que precisa un municipio que es capital cultural de la provincia, el nuevo conservatorio de música, la renovación del Mercado de Abastos o el parque empresarial entre Úbeda y Baeza. Dos ciudades que, según aseguró, deben seguir trabajando y prosperando juntas.

«No nos podemos permitir perder ni un minuto», aseveró incidiendo en la apuesta firme por las grandes infraestructuras, añadiendo otras iniciativas como el impulso de los fondos Feder, con los que se contemplan actuaciones en lugares como la Corredera de San Fernando o las Eras del Alcázar. Y no olvidó citar acciones para promocionar el aceite de oliva y la artesanía, mantener los caminos rurales o consolidar la presencia en el Grupo de Ciudades Patrimonio de la Humanidad de España.

Frente a tres anteriores alcaldes que la escuchaban atentamente desde la primera fila (José Robles, Marcelino Sánchez y Juan Pizarro), así como algunos miembros de la corporación saliente (Diego de la Cruz Martínez, Francisco Mendieta o José Antonio Jiménez), reivindicó también una mejor financiación de los ayuntamientos como administración más cercana a los ciudadanos.

Por otro lado, pidió a la ciudadanía que siga implicándose en hacer de Úbeda una ciudad mejor, y abogó por «trabajar mano a mano el gobierno, la oposición y la sociedad ubetense, que es la gran protagonista de la historia de la ciudad». Y de la misma forma, agradeció orgullosa la labor de los trabajadores municipales, que «han convertido en realidad muchos de los sueños que hemos tenido como gobierno».

En la recta final de su discurso, y como primera alcaldesa de Úbeda, habló del trabajo callado de muchas mujeres que «están rompiendo el techo de cristal» y consiguen sacar adelante tantas cosas, comprometiéndose a que este nuevo mandato «sea también el de la igualdad».

Y tras dar las gracias a su familia, que le permite dedicarse «en cuerpo y alma» a la ciudad de Úbeda, habló de los concejales del grupo socialista, «un equipo sencillo, cercano y comprometido; hombres y mujeres que van a trabajar con firmeza y determinación pero también desde el consenso y el diálogo».

«Podéis estar seguros que trabajaré con honestidad, con cercanía y, sobre todo, con humildad y con una entrega total para hacer que esta ciudad siga avanzando», apostilló, antes de recibir una gran ovación y decenas de besos y abrazos de felicitación.

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