El PP de Úbeda busca la forma de expulsar a Miguel Ángel Higueras del grupo municipal

La intención es desvincular a Higueras de la gestión del PP en el Consistorio al considerar que ha actuado con «deslealtad», de manera «autónoma» y «de espaldas al partido y a su presidente local», motivo por el que el pasado mes de septiembre ya fue cesado como secretario general a nivel ubetense. Así, si no deja su acta de concejal, a lo cual tiene derecho, la junta directiva pide al portavoz que lo expulse «de manera inmediata» del grupo municipal para que pase a formar parte del grupo de no adscritos, es decir, siguiendo como miembro de la corporación en la oposición pero sin estar bajo las siglas del PP.

Respecto a los otros tres concejales considerados «díscolos», se les insta a «reconducir su actitud y reconsiderar su posicionamiento de deslealtad» si quieren seguir formando parte del grupo municipal. Pero si siguen mostrando «desafíos y pulsos», la junta directiva autoriza igualmente a Ruiz del Moral a actuar en consecuencia y proceder en los mismos términos que con Higueras. De momento, Santiago Hernández ha sido retirado de la comisión municipal de Bienestar Social, en la que era representante del PP, aunque Ruiz del Moral negó que esto tenga que ver con lo anterior.

Todo lo relacionado con el conflicto interno queda recogido en un documento que fue aprobado mayoritariamente en la reunión de ayer, que se alargó durante más de una hora y a la que asistieron 32 personas, entre ellas tres de los concejales a los que se acusaba de mantener una actitud de «reto y pulso continuo» a la directiva (la cuarta edil no pudo estar presente por motivos justificados). La medida, a la que se llegó «una vez acabadas todas las vías posibles» de solución, tuvo 28 votos a favor y cuatro en contra.

Se aprobó igualmente un primer informe, redactado también por miembros de la junta directiva con su versión de los hechos, en el que se hablaba sobre el funcionamiento del grupo y su relación con el partido, resumiendo los acontecimientos desde el inicio de este conflicto, fijado después de las pasadas elecciones municipales. En este caso el documento contó con tres votos en contra y una abstención.

Entre otras cosas se dejó de manifiesto que «no ha habido cohesión ni coherencia» entre lo que debe ser un partido y su representación en la administración local, llegando a una situación de cuatro contra uno, con la intención de expulsar al presidente. Se habló asimismo de funcionamiento autónomo y de «falta de coordinación y desavenencias» que hacen imposible una buena labor de oposición y el crecimiento del partido. Una actitud que, según la junta directiva, los cuatro ediles han mantenido cuando ha habido reuniones con representantes provinciales con el objetivo de intentar reconducir la situación.

El informe asegura igualmente que, pese a los esfuerzos, el grupo municipal no ha dado muestra alguna de cambio, por lo que había que pasar a tomar las decisiones necesarias «por traumáticas que sean». Según aseguró el nuevo secretario general local, ha sido imposible una solución pese a las reuniones y encuentros, porque el problema está «muy polarizado» y «no hay forma de entendimiento».

Otra cosa es que todo lo aprobado por la junta directiva se pueda llevar a cabo con la normativa en la mano, sobre todo en lo referente a expulsiones. Así lo entiende, al menos, Francisco Palacios, secretario provincial del PP de Jaén. Ante la consulta de IDEAL manifestó, con todas las reservas al no conocer con exactitud lo acordado en Úbeda, que «el portavoz no puede modificar la composición del grupo municipal en la forma en la que se constituyó en su día», pues no tiene potestad para ello.

«Sin entrar a valorar las decisiones tomadas, lo que entendemos desde la dirección provincial es que esto no se puede llevar a cabo. El portavoz puede cambiar aspectos que tienen que ver con la representación en las comisiones o las liberaciones, pero no puede modificar el grupo y tampoco expulsar a sus miembros», añadió Palacios, considerando que el propio reglamento del Ayuntamiento así debe determinarlo.

El secretario provincial no quiso entrar a valorar, «de momento», la situación del partido en Úbeda en lo referente al funcionamiento del grupo municipal. Aunque recordó que desde la cúpula provincial vienen trabajando con ambas partes para que se resuelva. «El afán conciliador que hemos impulsado en todo momento, en muchos casos no lo hemos encontrado en Úbeda, y la medida del domingo no ayuda», apostilló.

Al respecto, fuentes de la junta directiva mostraron a esta redacción su intención firme de seguir adelante con todo lo aprobado en la reunión de ayer, asegurando que tanto los estatutos del partido como el reglamento del Ayuntamiento se lo permiten. Los primeros dicen que el grupo municipal se debe a las directrices del partido y el segundo deja de manifiesto que un caso de expulsión de concejales de su grupo municipal debe ser comunicado por el portavoz a la Alcaldía y «tendrá efectos a partir del momento de recibirse esta comunicación». Por lo tanto, no tendría que pasar siquiera por pleno, aunque sí después otros aspectos relacionados con liberaciones y temas organizativos del trabajo municipal.

De esta forma, la idea es dar un plazo prudencial a Higueras por si decide renunciar a su acta de concejal tal y como se le ha solicitado, y si no se instará al portavoz a que cumpla con lo acordado por la junta directiva y le expulse.

Esperar acontecimientos. Esa parece ahora la postura de todas las partes ante las distintas posibilidades que quedan abiertas y las diferentes formas de interpretar lo que se debe y lo que se puede hacer, lo que no se debe y lo que no se puede hacer.