'La vengadora de las mujeres' sentó al machismo en el banquillo de los acusados

¿Por qué esa necesidad histórica de agresión sexual a la mujer? Esta es la pregunta en torno a la cual propone un ejercicio de reflexión 'La vengadora de las mujeres', obra que el pasado viernes abrió un nuevo fin de semana de la Muestra de Teatro de Otoño. De su puesta en escena se encargó la compañía Jóvenes Clásicos, con Virginia de Morata en el papel de Laura, Juan Antonio Hidalgo interpretando al abogado de este particular juicio y la ubetense Ángela Chica poniendo voz a las víctimas. Todo ello bajo la dirección de José Carlos Cuevas y con un texto que firma Elena M. Sánchez.

Sobre el escenario, mujeres de ayer y de hoy estuvieron citadas a declarar en una audiencia judicial histórica. En el banquillo de los acusados se sentó el machismo. Su defensa fue la tradición y el patriarcado. El delito que se le imputó fue el de agresión sexual perpetuada. Los testimonios de las víctimas dieron visibilidad a siglos de historia y de historias. Y enfrente estuvo el jurado popular: la conciencia del público.

'La vengadora de las mujeres' está inspirada en la obra homónima de Lope de Vega. El hecho de que Laura, su protagonista, sea una ardorosa propagandista del feminismo y una profunda defensora de los derechos de la mujer permite abordar cuestiones sobre el tratamiento de este tema hoy, haciendo un paralelismo entre el siglo XVII y el XXI. Tomando como modelo dramatúrgico el mediático juicio al exmédico deportivo Larry Nassar, plantea un estilo 'verbatim' del Siglo de Oro, en el que textos de Lope, Calderón, Tirso o Zorrilla se mezclan con actas reales transcritas a verso.

La próxima cita de la Muestra de Teatro de Otoño será el próximo viernes, 29 de octubre, y tendrá como marco de excepción la Sacra Capilla del Salvador. Allí se producirá, por fin, el estreno absoluto de 'San Juanito, un regalo de Estado', una obra de teatro fusión sobre la historia de esta escultura singular tal ligada a Úbeda, con guión y dirección de José Márquez, música de Emilio Villalba y Sara Marina y participación de actores y bailarines. El montaje no se pudo llevar a escena el pasado año debido a las restricciones de la pandemia.

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