Viernes Santo de recogimiento, oración y fe

Úbeda vivió un Viernes Santo entre actos de oración y de fe, que quizá de otra manera no se habrían disfrutado tan intensamente, y de visitas a los templos, convertidos en auténticos museos de arte sacro de obligada visita. La agenda cofrade comenzó bien temprano, con la Muy Antigua e Ilustre Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno, Santísima Virgen de los Dolores, San Juan y la Verónica, que desarrolló un acto en Santa María, donde intentó recrear la tradicional bajada del guión antes del amanecer. No faltaron los sonidos de la campanilla o los toques del cornetín y los trompeteros. Tampoco el estremecedor 'Miserere' y las marchas de los titulares. Hubo incluso un pequeño guión de hermanos en el pasillo central de la iglesia con sus varales de tres tulipas.

El mismo templo acogió más tarde el acto penitencial de la Muy Ilustre Cofradía de Nuestro Padre Jesús de la Caída y María Santísima de la Amargura, que igualmente intentó trasladar a los hermanos hasta un Viernes Santo en la calle, para lo cual se escucharon los tambores y bombos de la banda de cabecera gracias a una representación de ellos. Igualmente participó la Sociedad Filarmónica Nuestra Señora de Gracia. Y de forma muy similar, pero en la Trinidad, desarrolló su acto litúrgico la Cofradía del Santísimo Cristo de la Expiración y María Santísima de los Dolores. Además, el grupo de costaleros realizó una ofrenda floral y un acto de oración ante sus titulares.

San Isidoro fue el marco de la celebración preparada por la Cofradía de Nuestra Señora de las Angustias y Descendimiento de Cristo para honrar a sus titulares, también con una parte musical y de oración, añadiéndose por la tarde la adoración de la cruz.Y la Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad y María Magdalena hizo lo propio en San Millán, donde se leyeron 'Los siete dolores de María Santísima' y sonaron los tradicionales 'Lamentos' de los trompeteros, además del 'Stabat Mater' y las marchas de la hermandad. Se vieron largas colas de personas durante toda la tarde para visitar esta imagen que despierta una gran devoción.

Finalmente, la Cofradía del Santo Entierro de Cristo y Santo Sepulcro desarrolló en Santa María la oración de las cinco llagas de Cristo, emotivo acto en el que también sonaron las marchas de la cofradía a cargo de la Agrupación Musical Ubetense. Hubo además una representación de la banda de cabecera y de los trompeteros de la Soledad.